MARION Decir que estaba sorprendida como cuando el hombre llegó a la luna era poco. Estaba que expulsaba euforia al ver las caras de pánico de Lorna y mi ex suegra tenían por la reacción de Bruno a protegerme. Era la primera vez que me defendía de ellas tan directamente. Los ojos de la señora pasaron de mí a Bruno y de Bruno a mí, tratando de entender qué demonios estaba pasando entre los dos, y en teoría yo tampoco sabía exactamente qué era lo que estaba pasando, pero si mi diablo interno no aprovechaba ésta oportunidad, viviría lamentándome. — ¿Qué acabas de decir Bruno? ¿Tu esposa? —dijo la madre de Bruno con un susurro de voz a causa de la sorpresa. — Como has escuchado mamá, mi esposa —volvió a recalcar Bruno tomando mi mano frente a ellas— les guste o no la van a tratar como tal