Sofia. Pasado. —Mmmmgggg. —¡Ay Dios mío!, —mi mamá me pone mas nerviosa de lo que ya estoy porque tiene cara de terror puro. —Ya dejé la camioneta lista para cuando debamos irnos. —camino hacia todos lados con el teléfono en las manos llamando a Ankatu. —¿Y?. —¡Noooo, no me atiende!. —me agacho agarrándome de una silla cuando viene una contracción, mi mamá se gana detrás mío sosteniéndome de la caderas. —Ya pasa, calma hija. —cuando pasa tiro la cabeza hacia atrás soltando el grito que no podía soportar más. —Tengo que... Tengo que llamarlo. —marco de nuevo hasta que atiende. —¿Hola?. —miro el celu y es el número pero otra voz. —¿Quién habla?. —Soy Tomás compañero de Ankatu, él está en entrenamiento pero atendí porque vi muchas llamadas perdidas tuyas. —¿Me puedes pasar con él