Tocando el Cielo

Ankatu. Miro la foto de Sofia y Arlo sonriendo mientras miran a la cámara, sonrío con lágrimas en los ojos porque las extraño con locura, mi nena cada vez que le hago videos llamadas llora llamándome estirándome las manitos y eso me parte al medio, Sofia que me pide que termine rápido así puedo recibirme y estar más tiempo con ellas que lo dudo, mi papá me dijo que en un comienzo casi ni veía a los papis porque debía hacerse un lugar, debía entrenar y tomar todas las horas posibles para ganar reconocimiento y yo lo quiero, no quiero que solo me conozcan por mi papá y mis tíos, quiero mi propio merito y trabajando dos meses y uno no, de esa manera no lo voy a conseguir nunca, y a la vez me digo que voy a tener que hacerlo o mi hija va a crecer sin su papá, o lo que más temo, que Sofia se canse de mi y forme otra pareja y mi hija con una figura paterna que no soy yo. —Ya llegaron los nuevos. —Hay lugar acá por si alguien no tiene lugar. —me mudo hacia arriba de la cama porque sé lo que es dormir arriba. —Permiso. —viene una chica con un bolso y un muchacho con una mochila. —¿Hay lugar?. —Si, dejé la que era mi cama por el tema de la luz. —la chica se agarra la cama que dejé. —¿Es la mejor cama y la dejas?. —Cuando entré me dejaron la cama de arriba y casi no podía dormir por el calor y la luz, y me hubiera gustado descansar como debería y ya estoy acostumbrado a dormir como sea. —Bueno gracias. —les tiendo la mano sonriendo. —Soy Ankatu y el Tomás. —Wou, que nombre, soy Antonia sub capitán. —Mi escolta entonces. —¿Tu eres el capitán?. —Así es. —Bien, ¿y tu cómo te llamas?. —Soy Marcos. —Bien muchachos, nos vamos a entrenar, si quieren venir vengan. —vienen un poco nerviosos, son los nuevos de la base junto a otros ocho más que vienen a perfeccionarse—. Espero se puedan integrar bien. —¿Hay muchos grupos formados?. —No, no hay grupos para nada, estuve en otra base en donde estuvimos dos meses y nadie nos habló en esos dos meses y acá no, hay mucho compañerismo. —¿Estuvieron juntos siempre?. —Gracias a Dios si, siempre nos ponen juntos. Pasamos parte del día con ellos mostrándoles todo e integrándolos con los demás, no me gusta cuando se creen que son dueños de las cosas porque son más antiguos, siempre procuré no hacer sentir a nadie mal, mi papá siempre me lo dice, que debo integrar a todos y no alejar a nadie porque por cualquier error nos pueden pegar la patada y nunca más pisamos un base en la vida. .......... —Dios santo. —me bajo del avión cagado de calor. —Tengo mucha sed. —le sonrío a Anto porque se saca la remera quedando en corpiño deportivo, es común eso, son hermanos no hermanas, ni menos otra cosa que no sea familia. —Melillan. —Uuu, el Brigadier. —nos paramos derechos los ocho que salimos a hacer pruebas, estamos en el océano en medio de la nada en un barco. —Señor. —asiente dándonos permiso de descansar, lo miro fijo sin emoción, es mi superior en este momento, no mi papá que me dice amor o papi. —Vi los vuelos, mañana voy a salir a comprobar las ordenes. —¿Alguna queja señor?. —siento la mirada de Marcos y Antonia en mi sorprendidos de cuestionar, los demás no hacen nada porque saben que es mi papá y me desafía a mejorar—. Dijo que vió todo y escuchó, ¿algo no le pareció correcto?. —Todo correcto, pero quiero ir como si usted fuera mi superior y ver si es rápido para pensar. —Lo espero entonces. —asiente mirando a todos y me vuelve a mirar. —A las veinte horas lo espero en mi oficina. —Si señor. —se va hablando con los entrenadores y ahí los miro sonriendo—. Vamos a descansar gente, tuvimos un entrenamiento duro y mañana va a ser peor. —No voy a poder dormir. —Yo menos, pilotar con el brigadier va a ser una locura. —en la habitación después de ducharme subo a mi cama a descansar un poco. —Aukan, Sofia te llama. —¡Uuhh mierda!. —bajo de un salto donde me estaba quedando dormido, agarro mi celular atendiendo de inmediato la video llamada mientras salgo de la habitación—. Holaaaaa. —Papiiiii. —¡Hola amor mío!. —camino apurado casi corriendo al baño de la cocina así tengo más privacidad—. Que lindo ese peinado mami. —¿A busta?. —Lo amo, te queda hermoso princesa. —Siii, mami a hizo a mi. —miro a Sofi que no tiene buena cara. —¿Qué pasa Sofi?. —Nada. —Por favor Sofia, no empieces. —mira hacia otro lado y yo me muerdo los labios de bronca. —Papi a mia. —Arlo agarra el celular y corre mostrándome toda la habitación, le sigo la charla pero no puedo fingir que me pone mal verle la cara de enojo a Sofia. —¿Amor, me dejas hablar con mamá?. —Si, —la veo con angustia. —Sofi, en quince días nos vemos, viajo a Argentina y me quedo un mes con ustedes. —me mira como que no me cree—. Pedi mis días y voy. —¿De qué sirve que vengas un mes si después no te vemos por once meses? Unos días ya no sirven de nada Ankatu, la nena no para de pedir por ti y no sé que más hacer. —Hago esto por nosotros Sofia. —¿Y qué es lo que haces? ¿No estar nunca? No soy tu mamá que soporta todo, no puedo más. —¿Qué estas diciendo?. —Que no voy a darle está vida a mi hija, lo siento pero no. —No me jodas Sofia, ¿Qué carajo estas diciendo?. —Voy a cortar y no sé cuando llamo. —No... No cortes hablemos bien las cosas. —Perdón pero no Ankatu, ya hace casi tres años lo estoy soportando. —NO, NO ME CORT... MIERDAAAAA. —le doy unos golpes a la pared con todas mis fuerzas porque no entiende que lo hago para que vivamos bien, poder darles una buena vida a las dos. —Ankatu ya. —me giro viendo a Antonia. —¿Qué quieres?. —El Brigadier manda a llamarte. . . Anterior a esta "Cuídame" (Weishler) Anterior a esta "Mestizo" (Melillan) Ig Escritora Carla AlonSo. Fb Carla Alonso Escritora. Ahi van a poder encontrar la secuencia de los libros y los personajes de referencias. .