A la mañana siguiente, Lilah despertó muy temprano, salió de casa con anticipación, se preguntó si debía volver a Reagan Style, ese hombre la había puesto de los nervios, le causaba temor y sobre todo le recordaba la noche oscura, la noche cruel cuando su vida había cambiado por completo. Pero, pensó también en su madre, era todo lo que tenía en el mundo, no podía perder ese trabajo y arriesgarse a desestabilizar su economía que en ese país era tan importante, difícil de mantener.
Respiró profundo, y caminó rumbo al trabajo. Entró y comenzó el día laboral.
Después de todo, conforme avanzaron los días, Lilah se dio cuenta de que era un buen trabajo, productivo y agradable, el personal era encantador, todo era divertido y motivante, además, ese hombre no había aparecido, quiso creer que
