Tania corrió con fuerza, se detuvo pensando en lo que haría, en su mente había mucho miedo y desesperación, sus ideas eran vagas, y poco sensatas , hasta que recordó que llevaba el móvil, se animó a encenderlo tras el terror, y pensó, quería llamar a Lilah, pero luego recordó que había tomado una foto al carnet de identificación de Pam, observó la dirección, estaba cerca, cuando pudo ser clara con su idea ya la había echado andar, y caminó de prisa, llegó hasta la calle y buscó la casa, pero se detuvo abrupta al mirar a Pam, sí, era ella, abrazaba a una mujer, Tania sintió que algo ardía en su interior, hasta que vio cómo se besaron, eso nubló su razón y lágrimas calientes cayeron por su rostro —¡Qué ingenua! —exclamó, luego dio la vuelta y se echó a correr, mientras el paisaje se le desd