Lilah caminó hasta acercarse, vio a las mujeres, no reconocía a ninguna, todas vestían diminutas prendas de ropa, y estaban al pendiente de cada auto que circulaba para ofrecer sus servicios, de pronto su mirada se cruzó con la de esa joven, la miró bien, casi con estupor, ella no debía de tener siquiera veinte años, se notaba en su cara, en su piel, vestía una minifalda, con tacones del número diez, un maquillaje recargado y labios rojos, pero tenía esa mirada, una tétrica y triste, sintió temor, ella nunca tuvo que actuar así, pero recordó aquel día que cruzó con esa mujer, esa a la que todos llamaban Signora «Flashback: Tres años antes La Signora la miró de arriba abajo, le gusto el color de su cabello y esos grandes ojos —¿Qué edad tienes? —Cumpliré veinte. —¿Cuánto dinero dices