Liam terminó acompañando a los dos a recorrer el palacio, el menor no era tonto y veía claramente como el rubio veía a su hermano y no pudo evitar sonreír porque Mikael merecía a una persona que realmente lo pareciera por la gran persona que era.
- ¡Mikael! – gritó un chico ligeramente moreno de cabello azabache mientras corría hacia ellos.
Danny uno de los médicos dentro del ejército además de buen amigo del emperador.
- Danny, respira – le dijo Mikael colocando sus manos sobre los hombros del otro para que se tranquilizara - ¿Qué sucede?
- El príncipe Jordan llegó y está golpeando a Derek. Aunque se lo merece. – susurró lo último pero los otros tres lo escucharon perfectamente.
- Sabía que esto iba a suceder pero pensé que tardaría más en llegar. – dijo el castaño viendo a su hermano menor que jugaba con sus manos y evita verlo.
- Tal vez haya mentido y en realidad es que Jordan llegó mucho antes de lo que alguien se hubiera imaginado al igual que Peter. – dijo Liam de manera inocente
- Solo espero que no lo mate, no quiero que haya sangre en mis pisos. – comentó Mikael mientras comenzaba a caminar de manera tranquila hacía donde sabía que estaría su hermano junto con el que aún era su esposo.
- Con gusto limpiare esa sangre, con ver a ese malnacido pagar por lo que hizo. – dijo Liam entre dientes a lo que los dos mayores rieron divertidos.
Al llegar al lugar se encontraron con Jennifer en una esquina llorando con un golpe en la mejilla y a Jordan sobre Rowan golpeándolo una y otra vez sin dejarlo escapar aunque el otro trataba de defenderse. El rey podría haber sido el mejor caballero en ese momento pero nadie superaría las habilidades de Jordan, las cuales siguió puliendo con los años.
Peter se encontraba sentado bebiendo te de manera tranquila como si no se estuviera llevando una masacre en ese momento y los alaridos de la mujer no taladraran sus oídos.
- Jordan. – le llamó Mikael con una voz fuerte y grave logrando que su hermano al final dejara de golpear a Rowan y lo mirara.
La expresión de Jordan paso de ser una terrorífica a una de felicidad y cariño.
Jordan, el primer príncipe e hijo de su majestad Noah. Lo tuvo antes de que conociera a Claudia gracias a otra mujer de la cual se enamoró pero desgraciadamente murió en el parto del príncipe. Cuando se volvió a casar Jordan estaba emocionado por su hermanito así que las cosas siguieron su curso y cuando llegó Rowan también lo hizo su tío Peter, el primer príncipe cayó completamente enamorado del mayor así que se decidió que se casarían pero eso hizo que Jordan rechazara el trono y dijo que su hermano sería el único que podría tener ese lugar, él renunció a eso y se quedó siendo un príncipe y se prometió a ayudar a su hermanito en cualquier cosa aunque estuvo un tiempo fuera porque quería unas vacaciones con Peter.
- ¡Hermanito! – gritó Jordan mientras corría y abrazaba a Mikael con fuerza y dejaba un suave beso en su frente – Ese idiota no podrá hacerte daño, tu hermano está aquí para protegerte, si quieres lo mando a la horca.
- ¡Apoyo esa idea! – exclamó Liam con emoción logrando que Jackson, quien estaba a su lado, riera levemente.
- Ya vez, nuestro hermanito la apoya. ¿Pet?
- Me gustaría que la cabeza de mi sobrino no rodara por el suelo pero su majestad siempre va primero. – le dijo Peter mientras sin apartar la mirada del libro que había entre sus manos.
- Listo, llamaré a Scott.
- Jo. – le llamó Mikael separándose de él y colocando sus manos sobre sus hombros – No puedes mandarlo a la horca, relájate, no soy un niño y puedo solucionar mis problemas completamente solo.
- No por eso debes de hacerlo, para eso estamos Liam y yo.
- De acuerdo. – miró a Danny que solo suspiró - ¿Podrías llamar a Melissa?
Danny asintió saliendo del lugar pero antes se topó con Scott, Lydia y los gemelos que caminaban dentro de la habitación, el caballero no pudo evitar estallar en carcajadas al ver a Rowan.
Definitivamente eres mi héroe Jordan. – dijo Scott mientras se acercaba al mencionado.
- Es el mejor. – dijo Liam con orgullo que se aferraba al brazo de Mikael.
- Scott no lo alientes, las cosas deben de hacerse de la manera correcta. – suspiró mientras veía a Rowan, que se había levantado con la ayuda de Jennifer, trato de ignorar la pequeña punzada en su corazón al ver como su esposo veía a esa mujer como antes lo hacía con él – Melissa vendrá, tomaré cartas en el asunto pero sabes muy bien que la familia real es intocable y mis hermanos son parte de ella así que no habrá castigo.
- ¡Él golpeo al rey! – gritó Jennifer colérica.
- Nadie te dio permiso de hablar zorra. – le dijo Jordan con su mirada sombría.
- Rowan recuérdale a nuestra querida Jennifer cuál es su posición. – le dijo Mikael con una sonrisa aterrado mientras salía de la habitación con satisfacción al ver el terror en los ojos de su esposo.
- Y ese es nuestro emperador. – dijo Lydia con una gran sonrisa mientras guiñaba un ojo.
- Lamento que haya visto esto Jackson. – le dijo Mikael una vez que estuvieron lo suficientemente lejos.
- No te preocupes, entiendo porque el príncipe Jordan hizo eso y me alegra porque yo quería hacerlo pero me metería en problemas con mi hermano.
- Me agradas. – dijo Jordan mientras rodeaba al rubio con sus brazos – Me gusta más él que ese.
- Tiene razón mi amado esposo, hay más potencial en Jackson. – dijo Peter con una ligera sonrisa adornando su rostro.
- Son imposibles – dijo Mikael mientras los demás reía.
Jackson disfruto de eso, le gustaba el ambiente que había en ese palacio, era cálido.