A tus pies.

Capitulo 12

- Leandro fue acomodado en una cama de traslado para ser llevado en ambulancia hacia la casa que compartiría con su ahora esposa. Lía miraba con atención junto a Stella para asegurarse de que Leandro fuera tratado de manera adecuada por las enfermeras, aún se sentía incomoda ante la mirada de Leandro que no dejaba de verla ni por un segundo.

_ Lía, se que estoy pidiendo demasiado, pero por favor prométeme que no te alejaras de mi hijo. - Stella estaba segura de que su hijo se había logrado recuperar gracias a la ayuda, cuidados y dedicación de Lía. Ahora que Leandro había despertado podía iniciar de nuevo, y si ese inicio incluía a Lía todo sería mejor.

_ Señora Stella agradezco todo su cariño, pero no puedo prometerle algo así. Quizás este matrimonio no pueda continuar.

_ Si lo dices por como ha reaccionado mi hijo hace un momento, lo entiendo, pero estoy segura que en cuanto conozca la maravillosa mujer que eres no te querrá dejarte ir.

- Lía solo mostró una pequeña sonrisa, ella no se sentía tan segura de esas palabras como Stella, pero tenía que reconocer que le causa ilusión que algo así fuera a pasar.

****

_ Estás seguro que fue una buena decisión?.

_ Vamos Santiago!. Si no lo haces ahora, jamás habrá un buen momento.

_ Piero, Lorenza se siente angustiada por lo que pueda pasar hoy con Lía y tu hijo, para ser sincero a mí también me preocupa.

- Piero había decidido ir a la Naviera antes de volver con Stella a la casa donde se quedaría Leandro junto a Lía. Al entrar se encontró a un Santiago muy infeliz y gruñón.

_ Santiago no tienes que preocuparte por Lía, Stella y yo estaremos con ellos en todo momento, además, el tema del divorcio no se ha tocado en ningún.

_ Pero si sigo tu consejo he invito a Lorenza a cenar esta noche...

_ Termina de preguntar Santiago.

_ Y si ella no acepta?. Nunca la he invitado a salir, jamás he tenido un solo detalle con ella y lo más probable es que me diga que NO.

_ También creo que te dirá que no amigo mío.

_ Si sabes que esa será su respuesta, entonces porque me aconsejas llevarla a cenar?.

_ Porque al menos debe de darse cuenta que lo intentas, que hay un deseo en tí de compartir algo con ella. Eres un lobo para los negocios, pero un novato en el amor.

- Santiago solo pido suspirar, Piero tenía razón, en cuestiones del amor se sentía como en arena movediza, no tenía control alguno sobre nada y eso le molestaba. Aún peor era el cómo se sentía al estar cerca de Lorenza, esos sentimientos los había tenido antes por ella pero no los había querido reconocer, ahora que lo reconocía, aquellos sentimientos se hacían cada vez más intensos a tal punto de no poder reaccionar.

Piero se despidió de Santiago y ambos tomaron rumbo a sus respectivos hogares.

****

_ Lía!.

- Por fin habían llegado a su "hogar", Stella se encontraba en la planta baja con las enfermeras que ayudarían a Leandro, mientras que Lía se había quedado junto a él para acomodar sus cosas.

Leandro la observaba, lo hizo durante el trayecto y ahora continuaba observándola; miro cada gesto y movimiento, pero por momentos le fue imposible apartar su vista de sus bonitos ojos, su cabellera y su hermosa figura.

Lía se sorprendió al escuchar su nombre, levantó lentamente el rostro para cruzar su mirada con Leandro.

_ Ahora que estamos solos, puedo saber lo que realmente buscas?.

_ "Buscar?. A qué se refiere?."

- Lía solo pudo mover su rostro en negativa y quedarse con lo que pensaba, ya que Leandro no podía entenderla y no tenía papel y pluma cerca.

_ Tu rostro es muy expresivo, pareces una mujer bastante inocente, pero yo no soy el tipo de hombre que se trague esos cuentos. No me vas a engañar como lo has hecho con mi familia, solo quiero que te quede claro.

- Leandro no logro controlarse, había decidido aprovechar ese matrimonio, pero poco duro aquella decisión y sin pensar mostró su lado más desagradable.

Lían lo miro y tardando en reaccionar dió un paso al frente, en ese momento Stella ingreso a la habitación.

_ Todo está bien?.

- Lía miro por un momento a Stella, era una mujer que la miraba como si fuese extraordinaria.

_ Pasa algo Lía?. Te ves algo pálida.

- Stella miro a Leandro; solo tenía un momento de haberlos dejado solos, pero parecían estar en una situación complicada. Lía estaba a punto de levantar sus delicadas manos, pero se detuvo, comenzó a analizar las cosas.

Esa situación evidentemente era un malentendido, así que tendría que buscar la manera de hablar a solas con Leandro y explicarle la situación.

_ Todo está bien señora Stella, ya que está aquí,saldré por un momento.

- Lía salió de la habitación, Leandro dió un suspiro, creyó que que Lía le contaría a su madre lo que acababa suceder, pero para su buena suerte ella no lo había señalado de absolutamente nada.

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- Santiago por fin había llegado a casa, se encontraba apoyado a la puerta que daba paso a la habitación mientras pensaba en cómo invitaría a su esposa a cenar, se sentía como un adolescente. Se armó de valor y tocó a la puerta, al notar que nadie salía decidió decir su nombre pero seguían sin dar señal.

Santiago abrió la habitación, vio que en la enorme cama se encontraban algunas prendas, un ruido lo hizo dirigirse al baño y ahí frente a él estaba la mujer más hermosa que había visto en su vida.