- La luz del sol y de la mañana llegó directamente al rostro de Leandro. La noche anterior se quedó esperando a Lía, creía que en algún momento ella entraría a su habitación pero eso no sucedió, desafortunadamente no se podía aún mover por su cuenta, sus piernas aún no reaccionaban del todo y le habían dicho que las terapias serían dolorosas, al final decidió no intentar levantarse y termino quedándose dormido.
Lía había llegado casi al amanecer a casa, había decidido quedarse en su nueva cafetería, al menos hasta que fuese lo suficientemente tarde para evitar esa primera noche a Leandro.
_ Lía, no pasaste la noche aquí?.
- Stella había elegido recamaras completamente distanciadas para no incomodar a Leandro y Lía, creía que darles espacio sería bueno para que se pudieran conocer, pero nunca pensó que esa primera noche Lía no estaría junto a su hijo.
_ He pasado estos días en el hospital y descuide algunos proyectos, así que decidí tomar un momento para estar al tanto de todo.
_ Oh entiendo, por un momento creí que había pasado algo malo entre mi hijo y tú.
_ Nada de eso Stella, todo está bien.
_ Me alegro Lía; que te parece si subes a cambiarte y después me ayudas a llevarle el desayuno a Leandro.
_ Claro.
- Lía subió a su habitación la cual se encontraba al lado de la de Leandro, se recargo en la puerta y dió un largo suspiro. Sabía que en algún momento las cosas podían prestarse a malos entendidos, pero confiaba en que Leandro podría entender las causas de su matrimonio.
_ Tu rostro me revela tu angustia Stella.
- Piero había llegado hasta la cocina mientras Stella colocaba algunos ingredientes.
_ Tanto se nota?.
_ Siempre haz sido muy expresiva Stella y también te conozco bien. Qué te angustia?.
_ Lía no pasó la noche aquí, la vi llegar está mañana.
_ Lía es una mujer trabajadora, independiente y también tiene sus propios proyectos. Quizás fue a solucionar sus propios asuntos.
_ Eso fue lo que me dijo ella.
_ Y no le crees?.
_ Es que...
_ Qué pasa?.
_ Sentí que estaba triste; deseo tanto que nuestro hijo mire lo hermosa que es Lía pero no quiero perjudicarla. Y sí estoy cometiendo un error al pedirle que se quede al lado de Leandro.
_ Stella el amor no se fuerza, se da. Se que quieres que Lía se quede al lado de Leandro, pero nuestro hijo tiene que saber que tendrá que luchar por el amor de Lía. Ella no tiene porqué estar dispuesta a estar con él solo por ser nuestro hijo, si deciden estar juntos tiene que ser por amor, pero si no es así tienes que dejar ir a Lía.
- Stella deseaba tanto ver a Lía y a Leandro juntos que se olvidó de los propios deseos de Lía.
_ Tienes razón Piero, prometo no presionar más con esto a Lía, aceptare si ella decide irse.
- Lía salió de la ducha, se sentía agotada, durante toda la noche no pudo dejar de pensar en lo que su padre le había dicho, pero por primera vez tenía ese sentimiento, esa sensación de querer aclarar todo, continuar y quizás tener una oportunidad de encontrar el amor.
_ Lía estás lista?.
- Stella abrió la puerta de la habitación.
_ Lamento molestarte, podrías acerté cargo del desayuno y ver a Leandro?.
_ No hay problema!. Sucede algo Stella?.
_ Tu madre me ha llamado, al parecer está muy entusiasmada por algo y me pidió verla con urgencia.
_ Entiendo, yo me hago cargo.
_ Bien, me iré con Piero, al parecer tu padre lo espera en la Naviera.
- Lía se quedó pensado por un momento, una noche antes había logrado tener una conversación sensata con su padre, pero parecía deprimido.
Stella entro a la habitación de Leandro, se despidió y bajo a prisa, al parecer Lorenza la necesitaba con urgencia. Lía volvió a suspirar y decidió comenzar a hacer lo más disfrutaba, preparo un desayuno increíblemente exquisito y subió a la habitación de Leandro.
_ Lía tranquila, solo dale el desayuno y trata de buscar el momento para aclarar las cosas. - Lía comenzó a darse ánimos a sí misma, esperaba tener el momento de aclarar las cosas he incluso ya llevaba hoja y lápiz para darse a entender.
- Lía tocó la puerta y entro al escuchar la orden de entrar; Leandro giro su rostro y clavo sus ojos en la mujer que estaba entrando a su habitación; Lía llevaba puesto un hermoso vestido color n***o el cual tenía una hermosa caída que dejaba ver su bonito cuerpo, el color rojo intenso de su cabellera combinaba a la perfección con su vestido y ambas tonalidades resaltaban su hermosa piel. Leandro no podía evitarlo, Lía era realmente hermosa y su sola presencia daba la sensación de una enorme tranquilidad.
_ Pensé que algunas de las enfermeras traería el desayuno.
- Lía saco una pequeña libreta y escribió algo dandole la nota a Leandro.
_ Stella me ha pedido traerte el desayuno, las enfermeras iniciarán con tus cuidados solo por las tardes.
_ Qué pasará con el resto del día?.
_ Tú madre y yo nos haremos cargo.- Lía anotaba cada cosa que quería decir, ahora se sentía más tranquila de poder tener un modo de comunicarse con Leandro.
_ Ok... qué es lo que tienes ahí?.
- Lía acercó el desayuno a Leandro, se volvió a sentir algo incomoda pues tenía que ayudarle a sentarse y a consumir los alimentos. Se acercó y cuidadosamente lo ayudo para que pudiera consumir sus alimentos, Leandro no solo no pudo evitar reaccionar a su belleza, sino que tampoco pudo evitar sentir agrado por su toque y trato, por un momento se perdió en el aroma que Lía desprendía.
_ Así está bien?. - Lía volvió a dar una nota que hizo volver en sí a Leandro.
_ Sí... así está bien.
- Leandro comenzó su desayuno, Lía lo ayudaba y como si no fuesen suficientes estímulos, Leandro saboreo cada alimento; su gusto y olfato no habían reaccionado tan bien hasta ese momento, era una ola de sabores exquisitos.
_ Wow... quien preparó esto?.
_ Yo. - Lía se señaló a si misma.
_ Enserio?. Lo haz preparado tú?.
_ Sí.
_ Cocinar es algo en lo que te entretienes?.
_ Me dedico ha ello.
_ Te refieres a que trabajas?.
_ Si , tengo mi propio negocio.
- Leandro volvió a leer la nota que le había dado Lía, creía que ella dedicaba su tiempo a ir de compras, quizás entre lujos y vanidades. Jamás pensó que ella trabajará o dedicase su tiempo a cosas más productivas.