- Stella se levantó y miro a su hijo, ella haría cualquier cosa por su familia; el plan de Lorenza era bueno ya que su hija Lía podría cumplir su sueño, su esposo podría salir de esta mala situación y Santiago tendría un esposo para Lía, al mismo tiempo se volvería socio de la mejor Naviera del país y su prestigio quedaría intacto.
_ Acepto, me encargaré de hablar con Piero para ir está noche a tu casa.
_ Bien, yo me encargaré de Santiago.
_ Estás segura que él aceptará?. Es un hombre bastante difícil de convencer.
_ Se que es terco pero también sé lo que busca con este matrimonio. Si sabe que saldrá beneficiado, lo aceptará.
_ Bien, Piero ya viene para acá.
_ Ok, explícale el plan y yo te marcare en un rato.
- Lorenza fue de nuevo rumbo a su casa; sabía que sería difícil convencer a Santiago pero tenía mucho que ganar y eso lo convencería.
- Santiago seguía en su despacho, trataba de poner su mente en los documentos que tenía en frente pero no lograba tener la concentración que quería, en su mente seguía Lorenza. Aunque no lo quería admitir, la realidad es que él deseaba acercarse a ella, ya habían pasado muchos años desde que se había dado cuenta que ella no tuvo culpa alguna sobre lo que le pasó a su ex novia, pero no sabía cómo acercarse, por mucho tiempo la culpo y desprecio, sabía que no sería sencillo que las cosas entre ellos cambiarán y las ideas con las que él creció tampoco lo ayudaban.
Lorenza había llegado de nuevo a su hogar, se dirigió al despacho de Santiago y tomo un poco de aire antes de tocar la puerta.
_ Quién?. - Santiago pregunto al escuchar el toque de la puerta.
_ Soy yo, necesito contarte algo. Puedo pasar?.
_ Pasa!.- Se levantó enseguida; tenía mucho tiempo que ella no lo buscaba, solía evadirlo la mayoría del tiempo.
_ Santiago, necesito hablar contigo.
_ Te escucho.
_ Es sobre Lía.
_ Si es para que cambie de opinión, pierdes tu tiempo.
_ En realidad es todo lo contrario.
- Santiago la miro sorprendido, no esperaba que ella estuviera de acuerdo con casar a Lía.
_ Eso quiere decir que me ayudarás con la cena de compromiso.
_ No, en realidad te tengo una propuesta. Y antes de que me digas otra cosa, primero escucha lo que te tengo que decir.
- Santiago escucho atento el plan de su esposa, al principio le pareció un grave error, se suponía que lo que quería evitar eran las habladurías de la gente de sociedad sobre el mutismo de su hija, pero ahora también tendría que lidiar con un yerno en coma. Aunque no tardó en cambiar de opinión al enterarse de quién era hijo ese chico en coma, los Fontana eran una de las familias más prestigiosas del país, tenían una buena posición, una unión entre sus hijos sería muy beneficiosa incluso con Leandro en coma.
_ Bien, pero ellos que quieren a cambio de esta unión. Me dices que Lía no tendría que asumir los deberes de una esposa, entonces que ganarían con esto.
_ Que los ayudes.
_ Qué tipo de ayuda podrían necesitar alguien como los Fontana?.
_ Lo han perdido casi todo.- Lorenza tenía que decir las cosas como eran si quería que Santiago cediera.
_ Cómo es que lo perdieron todo?. En qué momento paso algo así?. Cómo es qué nadie me ha informado sobre esto?.
_ Piero el esposo de Stella se lo comunico hoy, aún nadie sabe sobre su situación.
- Santiago sabía que Lorenza tenía una increíble amistad con Stella, así que lo que ella le estaba diciendo era verdad.
_ Cómo es que yo los puedo ayudar?.
_ Volviendote socio de Piero. Ellos no buscan que les regales nada, sabes que la Naviera es de lo mejor, si inviertes en su empresa te volverías en socio mayoritario.
- Santiago sabía que tendría que hacer una inversión millonaria si la Naviera de Piero está casi al borde, pero también sabía que era una buena inversión pues su prestigio estaba intacto.
_ Bien, lo haremos.
- Lorenza corrio a abrazarlo, se sentía feliz de saber que podría ayudar a su mejor amiga y al mismo tiempo ayudar a su hija, aunque para Lía seguía siendo injusto casarse.
Santiago sintió aquel abrazo como lo mejor que se había podido ganar, aprovecho esa cercanía para oler su perfume y sentir la piel de su espalda descubierta.
_ Gracias, platicaste con Lía sobre esto. - Lorenza intento alejarse pero Santiago la seguía sosteniendo, comenzó a sentirse rara.
_ Ya puedes soltarme Santiago.
- Él la miro; no quería soltarla pero tenía que hacerlo muy a su pesar.
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