A tus pies.

Capitulo 6. Un nuevo compromiso.

- Santiago tenía que cancelar la cena con los Carcini y explicarles que ya no habría acuerdo. También tenía que prepararse para recibir a los Fontana; aunque sabía que Lorenza tenía una buena relación con ellos, nunca quiso relacionarse con sus amistades pero ahora sería necesario tener una relación cercana con Piero Fontana.

Lorenza le había pedido a Santiago que le permitiera a ella hablar con Lía, no quería que su hija sintiera que le había dado la espalda y al final la estuviera casando con un hombre que no amaba, así que tenía un plan y lo mejor que se le ocurrió es llevarla directamente con Stella.

Stella se encontraba en el hospital esperando a Lorenza y Lía, quería que Lía comprendiera el porqué estaban haciendo esto pero en cuanto todo volviera a tener orden, tanto ella como Lorenza la ayudarían a divorciarse.

_ Mamá, porqué estamos aquí?. - Lía no comprendía porque Lorenza la llevaba al hospital, ella creyó que su madre tenía algún mal.

_ No me mires así, en un momento lo sabrás pero antes necesito que conozcas a mi amiga Stella.- A pesar de que Stella era su mejor amiga, Lía no la conocía en persona y mucho menos a su hijo, Lorenza mantenía a sus pocas amistades lejos de su vida ya que a Santiago le molestaba.

_ Lorenza!. - Stella ya la espera fuera de la habitación; se sorprendió al ver a Lía quién prácticamente era una copia exacta de su madre, cabellera rojiza, ojos miel, piel blanca, alta y con hermosas curvas. Lía poseía la belleza de su madre y Stella pensó que su hijo no podría tener mejor suerte.

_ Stella!. Bien, por fin puedo presentarte a mi pequeña.

_ Hola Lía, tu madre me ha platicado mucho sobre tí.

_ Hola!. Lía no sabía si debería decir algo más, quizás la señora Stella no le entendería a su lenguaje de señas.

_ Mi niña, Stella sabe comunicarse bien contigo. Ella también sabe el lenguaje de señas.

_ Enserio?.- Lía pregunto sintiendo más segura, no solía encontrar personas que supieran comunicarse con ella.

_ Así es, mi madre fue profesora de mutismo y ella me enseño el lenguaje de señas.

_ Bueno, creo que es momento de platicar contigo mi niña, Stella y yo tenemos algo que decirte, espero no me odies por esto pero fue la mejor opción que tuve.

_ A qué te refieres?.

_ Tu padre se aferró a la idea de casarte, logré cancelar el compromiso que tu padre había arreglado pero fue a cambió de algo.

- Lía no comprendía lo que trataba de decirle su madre pero Stella tomo la iniciativa al ver el nerviosismo de Lorenza, le platico cada detalle de su plan; la situación de la empresa de su esposo, el estado en el que su hijo se encontraba y el acuerdo de su compromiso.

Era demasiada información y Lía no quería casarse, pero la angustia que veía en Stella la hacía dudar en decir que no.

_ Ven Lía. - Stella tomo su mano y la llevo dentro de la habitación; en aquella cama al lado de máquinas y tubos se encontraba Leandro. Lía se acercó y lo miro, él era un hombre que incluso en esa situación seguía conservando su atractivo, en ese momento la mirada de Lía cambio y Lorenza se percató de ello. Lorenza conocía bien esa mirada, era la misma manera en que un ella miro por años a Santiago.

_ Esta bien, si es como ustedes dicen, les ayudaré y me casaré.- Ella sabía que su padre no se rendiría hasta conseguirle un esposo, era mejor estar casada por un tiempo sin tener que cumplir con las obligaciones de esposa, además seguiría con sus planes ya que la señora Stella no la obligaría a nada. También estaba un hecho que no quería reconocer y era que Leandro despertó algo en ella que aún no comprendía.

- Stella abrazo a Lía y no pudo contener las lágrimas, se sentía feliz de que hubiese una solución a sus problemas.

_ Gracias Lía, te prometo que seré la mejor suegra del mundo, te ayudaré en todo lo que necesites, tanto mi esposo como yo nunca te dejaremos sola.

_ Tenemos que irnos y planear la cena de hoy Lía. Te espero en casa Stella.

_ Ahí estaré con Piero.

- Lorenza salió con Lía rumbo a su hogar, tenía que encargarse de la cena y hablar con Santiago.

*****

Santiago estaba en su habitación cuando Lorenza tocó a la puerta, Lía había decidido ir a la cocina y hacerse cargo de la cena de esa noche.

_ Pasa!. - Ya sabía que se trataba de Lorenza, la había visto llegar junto a Lía desde su habitación.

_ Santiago solo vine a decirte que ya hablé con Lía y ha aceptado el compromiso.

_ Vendrán está noche?.

_ Sí, estarán aquí para la cena.

_ Bien, ya prepare algunas cosas para este acuerdo.

_ No me piensas preguntar cómo se encuentra Lía?.- Ella se sentía molesta por cómo reaccionaba Santiago, era como si de verdad no le importará si propia hija.

_ No es necesario, si acepto al hablar contigo es porque está bien.

_ La amas, amas aunque sea un poco a Lía?.

_ Qué cosas dices?. Por supuesto que la amo, es mi hija.

_ Pues que extraña manera tienes de demostrarle tu aprecio.

_ Sabes?. Sé que tengo muchas ideas que cambiar y me es complicado, pero amo a mis hijas aunque mi manera de demostrarlo no es la mejor.

- Lorenza nunca espero recibir esa respuesta, llevaba años casada con él y jamás lo había escuchado decir algo así, lo conocía y sabía que lo que le decía era sincero y eso le sorprendió más.

_ Estaba pensado si te gustaría salir a cenar conmigo está semana.

_ Qué?. - Estaba impactada, ahora no solo reconocía sus defectos sino que también me estaba invitando a salir.

_ Sí, a cenar. Hay un lugar que acaban de abrir. - moría de nervios, sentía mi corazón latir con mucha fuerza, después de tantos años de casados está era la primera vez que la invitaba a salir. Había tenido en mente este momento hace mucho tiempo pero me costaba admitir ciertas cosas.

_ Estás alcoholizado?. - Definitivamente algo tuvo que tomarse como para querer que yo salga con él a cenar.

_ No estoy ebrio, se perfectamente que estoy diciendo.

_ Sabes?. Creo que necesitas estar solo, evidentemente llegué en un mal momento.

- Lorenza salió de ahí casi corriendo, Santiago se sintió molesto, ella lo acaba de rechazar he incluso le había dicho ebrio.