Marcela
Me encuentro con Vicenzo y su familia en el aeropuerto, y aunque intento no hacer algún show y limitarme a darle un piquito inocente en los labios, él me toma por la cintura, me pega a su cuerpo y me da un besote que me quita la respiración.
Wow. Tiene una manera tan pasional de besar. Me encanta demasiado.
Nos ubicamos en las sillas de primera clase en el avión, yo al lado de Vinz por supuesto, y mientras que los demás pasajeros se ubican, saco mi celular y abro el chat de Vlad en Whats. No nos enviamos mensajes desde aquel día en que decidimos darnos un respiro del otro, y estoy dudando si decirle o no que iré a Bogotá.
—¿Ya le dijiste a Vlad que irás a Bogotá? —pregunta Vinz, al parecer con los ojos puestos en el chat. Apago la pantalla de inmediato.
—Yo...en realidad
