Marcela —Me parece extraño que, para haber estado muy enferma ayer, hayas resultado bronceada —dice Laura desde su cubículo, el cual está justo al lado del mío. No doy pie con bola para redactar la sentencia que el jefe Rafa me asignó. ¿Cómo poder hacerlo después de pasar tan maravilloso día junto a Vinz y su familia? Los besos que nos dimos se reproducen en mi mente una, y otra, y otra vez. Esta mañana al despertarme creí que se había tratado de un sueño, pero Vicenzo me confirmó que fue verdad cuando me escribió a primera hora para darme el saludo de buenos días, recordarme lo bien que la pasamos ayer y...comentar muy coquetamente que le encantaron los besos que nos dimos. El beso en el monumento a la santandereanidad fue tierno, dulce..., pero el beso de despedida que nos dimos