LITA
La señora Sara es como la fuerza de la naturaleza, imposible decirle que no.
Mientras me arreglo, puedo sentir la felicidad de la mujer por mi presencia y en ese momento, revivo fragmentos de mi vida que creí enterrados.
FLASHBACK
—¿sola nuevamente huerfanita? —pregunta cínicamente Angie Jones, otra de mis insufribles compañeras de clase —bueno supongo que es inevitable, nadie con algo de clase se juntaría con una...personita como tu.
—¿Como soy Angie? — preguntó la yo de 12 años mientras se armaban los equipos para desarrollar un taller en la clase de ciencias.
—Tu sabes —dijo mientras me miraba con el fastidio y casi asco reflejado en sus ojos —una obra de caridad...una medida desesperada, pobres señores Solid.
— Bueno, pero ten en cuenta que yo fui elegida —continué tratando de tener la mirada lo más calmada posible para no demostrarle cuanto me afectaban esas palabras — mientras que tus padres no tuvieron más opción.
—oh pobrecita, ¿ese es el discurso que te das cada noche para dormir? —luego tomó su cuaderno y un esfero —si al menos te hubieran adoptado personas comunes, entre comunes se entienden, pero aquí resaltas por tu vulgaridad, mírate — y emprendió camino hacia uno de los grupos que se estaban formando.
Ser adoptada y buena en casi todo, no es algo que ayude a hacer amigos, menos cuando sus padres me usaban de ejemplo, así que pueden imaginar la cantidad de bromas y comentarios hirientes que debí soportar hasta terminar secundaria.
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—Se que duele mi pequeña — Dijo mamá abrazando a una Lita de 15 años —pero todo mejorará muy pronto.
— Es como si estuviera mal hecha mamá, soy muy alta, muy fuerte,, no soporto estar en lugares con mucho ruido y odio la mayoría de olores que otras personas aman —luego suspiro pesadamente —creo que me debo mentalizar en que algún día viviré en una cabaña en medio del bosque y adoptaré como 10 gatos.
—No estás mal hecha, nunca vuelvas a decir eso —dijo mamá separándose de mi — mírame bien Lita Ane Solid —su rostro se puso serio, como nunca lo había visto — Tienes el alma más bella y fuerte que halla visto y no lo digo por que sea yo quien te esté criando.
Mamá siguió hablando.
—Tienes muchas virtudes y en algún momento, llegarán a ti las personas correctas, personas que te harán sentir que encontraste tu lugar, a quiénes te nazca apoyar y que te apoyen, así que no busques personas para no estar sola, se es posible estar solo y rodeado de gente y eso si es triste, lo realmente importante aquí es que cuando las personas adecuadas lleguen a ti, seas capaz de aceptarlas en tu vida.
— ¿y como sabré que son las indicadas? — dije con la mirada clavada en mis manos.
—El corazón te lo dirá —dijo mamá limpiando mi rostro —pero, ten en cuenta que si el corazón te lo dice, debes arriesgarte. Además, ya es hora de tomar al toro por los cuernos y que seas tu quien mande la parada y defina la dirección de tu vida.
DEAN
Seguimos en el estudio, cuando escucho la enérgica risa de mi madre y pocos segundos después, siento pasos bajando la escalera. Mi madre es la primera en ingresar, llamando nuestra atención con un no muy disimulado carraspeo.
—Bueno caballeros, les presento a mi hija, Lita — dice mi madre evidentemente orgullosa de su obra.
Miro como una muy colorada Lita ingresa a la habitación.
Es como si el tiempo avanzara en cámara lenta, aprecio con lujo de detalle como aquel sonrojo se extiende por su rostro y resalta sus hermosos rasgos. Mis ojos la recorren de manera automática.
Mi lobo aulla en mi interior con afán de reclamarla y tengo que hacer acopio de toda mi fuerza de voluntad para retenerlo, pero no creo resistir mucho tiempo este tipo de ataque a mis sentidos.
—Dean, di algo hijo —reclama mi madre sacándome de mi letargo.
—Estás hermosa —digo mirando a Lita, quien sonríe tímidamente.
—¿Nos vamos? —Quiero tenerla nuevamente solo para mí.
No solo es su apariencia, siento que su olor está cambiando, para hacer más difícil mi autocontrol
Ella asiente y se despide de todos, cuando sigo su ejemplo, mis ojos se posan en Doco. Está tenso y juro que hay algo de dorado en sus ojos aunque después desaparece.
Camino hacia ella y la tomo de la mano para salir de la casa. Unas cuadras más adelante, por fin me animo a hablar.
—Disculpa, todo ha sido tan atípico que no pensé en algunas de tus necesidades, prometo compensarte y estar al pendiente de todo de aquí en adelante —ella me frena, su rostro sigue rojo, pero aún así me mira de manera directa y dice:
— Soy yo quien está causando problemas, Dean —mira nuestras manos —no sé qué hacer, no sé cómo ayudar, siento ser una carga para todos.
—No eres una carga —la interrumpo —eres mi mate, eres mi prioridad, todo lo que tengo es tuyo, yo soy tuyo.
—Siento que lo dices de corazón o al menos eso es lo que creo...supongo que es por el famoso lazo — luego levanta levemente los hombros para volver a bajarlos — pero hace mucho no dependo de alguien y siento que está situación me está sobrepasando.
Suelta mi mano para ponerlas sobre su pecho
—He sentido tantas cosas hoy y todas casi al tiempo, mi cabeza es un caos y aquí estoy casi gritando como una loca en medio de una calle a alguien que posiblemente es una alucinación.
— ¿Y todo lo que has sentido es malo? —tomo nuevamente sus manos entre las mías— ¿Qué sientes cuando nos tocamos?
Su rostro muestra indecisión pero por fin habla.
—No todo es malo...tú...yo... — su voz empieza a quebrarse — me gusta lo que me haces sentir. Es lo que siempre espere sentir cuando alguien me gustará, pero posiblemente no eres real, posiblemente estoy loca.
— No lo estás y si lo estuvieras que importa, disfruta de tu locura, vive tu locura, al fin de cuentas si es así no puedes hacer nada más por ti si estás alucinando —me acerco lo suficiente para hablarle al oído —déjame ser tu compañero en la locura y quién te enseñe este mundo.
— ¿Por qué eres tan bueno conmigo? ¿Por qué sentí tu hogar tan cálido? —su rostro está más rojo que nunca.
—Porque me gustas, porque quiero ofrecerte un hogar —rodeo su cintura —porque creo que eres la mujer más bella del mundo y quiero que me dejes conocerte...dame la oportunidad de conocerte.
—No soy linda —contesta con un hilo de voz —soy muy alta, no soy de esas mujeres de apariencia dulce y normalmente no necesito que nadie me proteja —horribles palabras, no puedo creer que tenga una imagen tan distorsionada de sí misma.
—Soy yo quien decide que me gustas —continuo hablando a su oído —eres hermosa y lo que quiero no es un caramelo, es una mujer con carácter y corazón que sea mi compañera de vida, además, no me intimida una mujer alta —levanto suavemente su barbilla para que su mirada se encuentre con la mía —aun así ¿si te diste cuenta que soy mas alto que tu? ¿verdad?
LITA
Las señora Sara me acepta como m*****o de su familia. Estoy avergonzada, esta mujer me está hablando de nietos y ni siquiera he besado a su hijo. Mientras me acerco al estudio, puedo sentir de manera casi visible el olor de Dean.
El corazón casi se me sale del pecho cuando me dice que estoy hermosa y esa vocecita en mi cabeza, prácticamente se está derritiendo por él.
Cuando Dean se despide de su familia, toma mi mano para salir de la casa. Solo puedo describir la sensación que me transmite, como chispas, es algo delicioso de sentir.
—Disculpa —dice Dean —todo ha sido tan atípico que no pensé en algunas de tus necesidades, prometo compensarte y estar al pendiente de todo de aquí en adelante —paro nuestra marcha.
—Soy yo quien está causando problemas Dean —miro nuestras manos —no sé qué hacer, no sé cómo ayudar, siento ser una carga para todos.
—No eres una carga —me interrumpe— eres mi mate, eres mi prioridad, todo lo que tengo es tuyo, yo soy tuyo.
—Siento que lo dices de corazón o al menos eso es lo que creo...supongo que es por el famoso lazo, pero hace mucho no dependo de alguien y está situación me está sobrepasando —llevo mis manos al pecho —he sentido tantas cosas hoy y todas casi al tiempo, mi cabeza es un caos y aquí estoy casi gritando como una loca en medio de una calle a alguien que posiblemente es una alucinación.
—¿Y todo lo que has sentido es malo? —toma nuevamente mis manos entre las suyas —¿Qué sientes cuando nos tocamos?
¿Cómo se desatoran las cosas atrancadas en el pecho? ¿Cómo rayos le digo que me trae loca y a duras penas lo conozco? ¿Cómo le digo que muero por probar sus labios y pasear mis manos por su rostro...pero quiero decirlo, así que solo lo dejo salir.
— No todo es malo...tú...yo... —mi voz empieza a quebrarse —me gusta como me haces sentir. Es lo que siempre espere sentir cuando alguien me gustará, pero posiblemente no eres real, posiblemente estoy loca.
—No estás loca — me asegura —y si estuvieras loca que importa, disfruta de tu locura, vive tu locura, al fin de cuentas si es así no puedes hacer nada más por ti si estás alucinando —se acerca y habla a mí oído —déjame ser tu compañero en la locura y quién te enseñe este mundo.
— ¿Por qué eres tan bueno conmigo? ¿Por qué sentí tu hogar tan cálido?
—Porque me gustas, porque quiero ofrecerte un hogar —su brazo rodea mi cintura — porque creo que eres la mujer más bella del mundo y quiero que me dejes conocerte.
—No soy linda, soy muy alta, no soy de esas mujeres de apariencia dulce y normalmente no necesito que nadie me proteja —decir esas palabras en voz alta es difícil, tanto tiempo me había escondido en el trabajo y el estudio que enfrentar este tema me hace sentir desnuda, frágil.
— Soy yo quien decide que me gustas, no trates de convencerme de lo contrario, eres hermosa y lo que quiero no es un caramelo, es una mujer con carácter y corazón que sea mi compañera de vida, además no me intimida una mujer alta — levanta suavemente mi barbilla para que nuestras miradas se encuentren — aun así ¿si te diste cuenta que soy mas alto que tu? ¿verdad?
Mi corazón corre como loco y las palabras de mi madre regresan a mi mente como una ráfaga, que se incorporan al torbellino de emociones ya existentes en mi cabeza y solo observo al hombre junto a mi.
¿Y si esta sensación es mi corazón gritándome que es él? ¿Y si la persona que espero solo existe en el mundo de mi locura? Entonces esa voz en mi cabeza grita muy teatralmente...¡Pues es mejor ser una loca feliz y no una loca reprimida!, grita casi histérica.
Sin pensarlo más, mis brazos se enlazan alrededor de su cuello acortando aún más la distancia entre nosotros, pruebo sus labios, Dios, cuanto ansiaba probarlos; el devuelve el beso sin dudar, marcando un compás lento y casi tortuoso que solo hace que quiera más, un beso cuya intensidad toma fuerza cuando mis labios permiten el acceso de su lengua, hasta que tenemos que separarnos para recobrara el aliento.
Recuesta su frente a la mía a la vez que toca mi rostro dulcemente.
— Este es un gran inicio —su aliento acaricia mi rostro —y quiero que entiendas que de verdad existe un nosotros y que aunque parece todo raro lo importante es,que a donde sea que nos lleve el camino lo andaremos juntos y...— prosigue hablando pausadamente y con una sonrisa amenazando con surgir nuevamente — normalmente no disfruto ir de compras, pero hoy sí — dice Dean ahora con una sonrisa plena, lo que casi hace que mis rodillas flaqueen — quiero mimarte.
Toma mi mano y me conduce al centro comercial, es curioso, casi puedo jurar que gruñe ocasionalmente.
Aunque ya tengo todo lo que necesito, accedo a entrar a una tienda más y ahí es que escucho las voces de esas chicas.
Durante nuestro recorrido es evidente como todas las mujeres botan la baba por Dean, pero estas chicas le hablan con tal familiaridad que una pequeña pulsada golpea mi corazón y quiero estrangularlas, hay una chica en particular que está contentísima por encontrarlo, pues le interesa mucho la opinión masculina para comprar un vestido.
Cuando salgo del vestidor, por un momento veo todo n***o, luego, es como si viera una película atrapada dentro de mi propio cuerpo, mi cuerpo se mueve pero no soy yo quien lo hace.
DEAN
Nos encontramos con Dina y Leticia en la última tienda de ropa, ellas son compañeras de entrenamiento, las conozco casi de toda la vida y aunque hace dos años salí con Dina, ahora tenemos solo una buena amistad.
En la manada existen grupos especiales, yo pertenezco al equipo de seguridad, pero estas chicas pertenecen a una rama que se encarga de la diplomacia, cuadran celebraciones internas y eventos especiales masivos en los cuales se reciben miembros no diplomáticos de otras manadas.
Dina está muy entusiasmada pues están organizando una fiesta para dar recibimiento a los nuevos miembros adultos, es decir, aquellas personas que tendrán su primera transformación en la próxima luna llena que será en dos noches, será un evento masivo pues muchos lobos llegan de otras manadas esperando encontrar a sus mates aquí.
Un escalofrío recorre mi columna. Atrás de Dina está Lita con los ojos completamente dorados, su aura es majestuosa para mí, pero completamente hostil para las chicas.
La veo acercarse con paso seguro, pone sus rodilla entre mis piernas y me besa de manera demandante, sus feromonas me están casi enloqueciendo, luego se separa levemente de mí y mirando a las chicas habla con voz firme y fuerte:
— Deberían pedir la opinión de otro macho, este ya es mío y si vuelven a mirarlo así, les puedo garantizar que no mirarán nada más.
Algo hace clic dentro de mi, su loba está presente, me está reclamando como suyo, me ha aceptado y aunque aún no tiene la fuerza suficiente para transformarse, el aura que emite indudablemente es de un alfa.
— ¿Cuál es tu nombre? — le pregunto a la loba.
— Soy Kiran.
Unos segundos después los ojos de Lita vuelven a su hermoso color verde.