CAPÍTULO TRECE
Ya el sol había salido para cuando April y Gabriela fueron dadas de alta y Riley las condujo a casa. Mientras tanto, Bill y Lucy estaban en camino a Quántico para actualizar a Meredith. Cuando Riley llegó a casa, vio que algunos policías locales y agentes del FBI aún estaban apostados afuera.
Riley entró a su casa seguida por April y Gabriela y encontró tremendo desastre. Había una lámpara de pie rota en el suelo, y una de las sillas del comedor con sus patas rotas estaba de lado. Había un poco de sangre en el piso que aún no estaba completamente seca. Aire frío invernal entraba por el cristal roto de la puerta trasera,
“¡Ay caramba!”, dijo Gabriela. “Tengo que ponerme a arreglar esto”.
“Para nada”, dijo Riley. “Tienen que ponerse a empacar, no pueden quedarse aquí. No e
