CAPÍTULO SEIS Cuando el jet del FBI pisó la pista de aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Siracusa Hancock, Riley recordó algo que su padre le había dicho en el sueño de la noche anterior. “Tú no ayudas a nadie, excepto a los muertos”. Eso le parecía paradójico. Este quizás era su primer caso en el que nadie había sido asesinado aún. “Pero es probable que eso cambie pronto”, pensó. Estaba especialmente preocupada por Kelsey Sprigge. Quería conocer a la mujer en persona y cerciorarse de que estuviera bien. Luego sería tarea de Riley y Bill asegurarse de que siguiera bien, y eso implicaría encontrar a Shane Hatcher y regresarlo a la prisión. Riley vio que había viajado a un mundo de verdadero invierno justo cuando el avión se acercó al terminal. Aunque la pista de aterrizaje es