UN DESEO

474 Words
El rey Miguel no aguantaba el deseo de estar con la princesa Sandra, no paraba de oler el cabello, de besarle el cuello y atraerla hacia el. Mientras la princesa Sandra olvidando todo, abrazaba fuertemente el cuello de rey, y gemía sintiendo los besos que el rey le daba. En un momento empezó a quitarle la capa y a desabotonar la camisa de seda descubriendo los enormes brazos y pecho, extasiada de verlo se acercó a su boca y empezo a jugar dejandolo con las ganas de besarla. En un instante los dos se dejaron llevar por el deseo, besandose apasionadamente, que cuando llegaron a la cama, los dos sentían que ardían de pasión. El rey beso cada rincón del cuerpo de su amada, mientras ella gemía de placer al sentir al rey. Su noche fue mágica, tanto que no notaron que estaba lloviendo y el cielo dando unos truenos, como advirtiendo a todos del amor que estaban sintiendo los reyes. Al día siguiente se despertaron los dos con una sonrisa, el dándole los buenos días besando su frente y ella abrazando y besando el pecho de su hombre. Se levantaron y ella con la pena se acercó rápidamente al baño, pero antes de cerrar la puerta el se acercó demaciado a ella que solo sonrió y le dijo vamos a bañarnos. En la tina solo se quedaban viendo uno a otro y ella se sonrojaba. El rey Miguel estaba agradecido de que su Reyna fuera Sandra. Cuando la veía sonrojada sentía que se le salía del pecho el corazón, de tanto que latía. Ella no creía que en solo una noche lo amara y deseara nunca separarse de el. Ambos terminaron de bañarse, se arreglaron y fueron a dar un paseo por el jardín aún húmedo, llegaron al bosque y montaron a caballo hasta llegar a un pequeño establo, en dónde desde la parte de arriba se veía el patio de entrenamiento del reino de la princesa Sandra. Ella lo volteo a ver y le pregunto que desde cuándo existía ese lugar y porque ella nunca lo había visto. El rey con una calma le explico que desde pequeño amaba ese lugar y era donde se perdía de los regaños del palacio. Pero cuando un día vio a una pequeña intentando tomar la espada y entrenando arduamente se volvió su pasatiempo favorito. Cada semana iba allí a verla durante 15 años. Ella era una hermosa chica con un carácter fuerte. Al enterarse de que era la princesa, hija única del rey, decidió casarse con ella y no descansaría hasta que la conociera en persona. Pero una tragica guerra se avecino y el tuvo que partir con el corazón destrozado creyendo que moriría y que no la volvería a ver o que ella seria entregada a otro hombre y le irritaba solo de pensarlo.
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