La ansiedad puede ser la más fatídica circunstancia mientras se está despierto. Cuando escuché el timbre sonar mi mente repetía una y otra vez la conversación de la noche anterior, “debe ser ella” pensé. Noté que estaba predispuesto a lidiar con una actitud que no deseaba en mi vida, al abrir la puerta y descubrir que era Bianca sentí un profundo alivio, aunque no por mucho tiempo, no faltó mucho para que mi angustia se potenciara al pensar que la presencia de mi nueva empleada pudiera incrementar una circunstancia inminentemente desagradable. Realmente no quería involucrarla en todo esto, no era su culpa ni de su incumbencia, por lo que lidiar con actitudes negativas de terceros no era justo, sin embargo, traté de mantenerme circunspecto, no quería que notara mi angustia, bromear con