Capìtulo dos

1709 Words
  La mujer miró de ella y luego a la niña antes de mirar a la seguridad detrás de Abigail. —No te quedes ahí parado Greg, abre las puertas para mí. —Sí señora— se inclinó antes de cerrar la pequeña puerta, después de unos segundos, las puertas más grandes se abrieron. La mujer se quejó por la ventana, sin prestar atención de nuevo al dúo de madre e hija que se hicieron a un lado para que entrara su coche. Las grandes puertas se cerraron lentamente después de que entró el automóvil, solo entonces Abigail y su hija dejaron escapar el aliento que no sabían que estaban conteniendo. Entonces se volvió hacia su hija. —Te dije que dejaras de venir aquí Lily, tienes suerte de que Margaret esté de buen humor hoy, si no, no estoy seguro de que se lo hubiera tomado a la ligera—. ¿Ese es el estado de ánimo feliz? Ella pensó. —Solo estaba preocupada por ti mamá, está lloviendo mucho y se suponía que estabas de regreso hace más de una hora. —Estaba esperando que dejara de llover, querida y cuando lo hizo, me puse a trabajar de nuevo y antes de darme cuenta, está lloviendo una vez más. —Está bien mamá, podemos irnos a casa juntos ahora—, sonrió. Abigail le devolvió la sonrisa antes de acariciar su rostro. —No vuelvas aquí por favor, no quisiera que te metieras en el libro malo de Margaret Lockwood, no será fácil escapar de sus garras. —Lo sé— asintió Lily, —a veces me pregunto por qué una mujer como ella se casa con un hombre tan amable como papá Eric. —¿Todavía lo llamas papi?— Abigail se sorprendió. —Él era como un padre para mi mamá— quería hablar sobre el hijo también, pero no quería que su madre pensara que estaba enamorada de él como lo hacía cuando preguntaba con frecuencia por él entonces. Ella no es un bebé, sabe que una chica como ella nunca puede soñar con el hijo de Lockwood, ¿quién es Lockwood? Desafortunadamente, su madre pensó que se enamoraba de él, pero no lo hizo. Él era como un hermano mayor para ella, además, él tenía quince años y ella cinco. Ella puede recordar que él le dijo que tenía novia entonces. Ambas se metieron bajo el paraguas mientras caminaban a casa, charlando amablemente. *-* Al día siguiente, justo antes de que su madre pudiera irse al trabajo, Lily sacó el sobre de su caja de seguridad y esperó a que su madre saliera del baño para mostrárselo. —Mira mamá, esto llegó ayer y estabas tan cansada que no pude decírtelo.  —¿Qué es eso querida?— Preguntó Abigail, tomando el sobre de ella con una pequeña sonrisa. —Es mi carta de aceptación. Me aceptaron en la Universidad de California, mamá, estoy tan feliz—, sonrió alegremente. Estaba tan impresionada por su felicidad que no se dio cuenta de cómo los dedos de su madre temblaban al abrir el sobre después de escucharla. Al darse cuenta de que algo andaba mal cuando su madre permaneció inmóvil durante algún tiempo, detuvo su alegre cantor, —mamá, ¿estás bien?— Cerró la distancia y la tomó del brazo, haciendo que su madre la mirara con los ojos llenos de lágrimas, —mamá, ¿qué pasa, por qué lloras?— Su voz se quebró. —Querida, lo siento mucho, pero— Abigail secó las lágrimas de su hija con el dorso de su mano, —no puedo enviarte a la universidad. —Mamá— Lily se sorprendió, —¿qué… qué… qué pasó mamá? Me dijiste que lo harías y que ya estás ahorrando dinero. —Sí, querida, realmente estaba ahorrando dinero y realmente quiero enviarte a la universidad pero... —Qué mamá, dime, ya no soy una niña pequeña, puedo manejarlo. ¿Por qué no me puedes enviar a la universidad mamá? —Querida, ¿recuerdas esa vez que me enfermé y me seguía doliendo el seno izquierdo? —Sí mamá. —Fui al hospital, hice una prueba—, la soltó y se dirigió al armario, lo abrió y escondido debajo de un montón de ropa había un sobre, —fue entonces cuando me enteré que tengo cáncer de mama—, se volvió a ella y le mostró el resultado de la prueba. —¡Mamá! ¿Por qué no me dijiste esto?— Lily preguntó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas mientras miraba el resultado en la mano de su madre, —esto pasó hace dos años mamá, ¿por qué no me lo dijiste? —Lo siento cariño, pero eras tan joven, no podía decirte tal cosa. —¡Tenía dieciséis años mamá! —Lo sé cariño, pero ¿qué pudiste haber hecho? Ni siquiera pude hacer nada por mí mismo y no puedo empezar a molestarte con mis problemas. —Soy tu hija mamá, debería conocer tus problemas. ¡Solo nos tenemos el uno al otro mamá, deberías contarme cosas!— Ella se secó las lágrimas con fuerza. —Lo siento querida, lo siento mucho. No quería que perdieras la concentración en tus estudios. —¿Cuál es la esencia mamá? ¿Cuál es la esencia de ir a la escuela cuando estás enferma? Debería ser yo quien trabaje y cuide de ti. —No querida, era el deseo de tu padre que completaras tu educación, al menos la secundaria. —Pero mamá... —Lily querida, amas mucho la escuela. Nunca soportaré verte dejar la escuela para trabajar. —Pero mamá, puedo trabajar después de la escuela. Lo hice antes. —Y casi fuiste violada. Querida, nunca te dejaré pasar por eso de nuevo. —Pero mamá, fue porque volvía tarde... —Es porque estabas trabajando hasta tarde. Nunca te dejaré hacer eso de nuevo, no— Abigail negó con la cabeza, las lágrimas corrían por sus mejillas. —Pero qué voy a hacer ahora mamá, estás enferma, no puedo dejarte hacer todo el trabajo sola. —Sí, lo harás. Escucha querida, estoy bien ahora. Es cierto que tomé todos mis ahorros para tu universidad para comprar medicamentos durante los últimos dos años, pero ahora estoy mejor, ya no necesito los medicamentos. Dame tiempo, ahorraré suficiente dinero y te enviaré a la escuela, es una promesa que te hice a ti ya tu padre, debo cumplirla. —Pero mamá... —Silencio, no empezarás la escuela hasta el año que viene, ¿verdad? —Sí mamá. —No te preocupes, tengo un año para ahorrar algo de dinero para ti, puedo hacerlo. Además, si se pone demasiado difícil, me reuniré con la Sra. Lockwood para que me preste algo de dinero. —No mamá, no hagas eso—, tomó su mano entre las suyas, —no podrás pagarlo mamá. —No te preocupes querida, lo haré. Solo le pediré que me pague mi salario durante seis meses más o menos. No será difícil. —Pero mamá... —No, está decidido. No quiero escuchar más sobre esto. Lilian, irás a la universidad, es una promesa— sonrió y besó su frente, —Necesito prepararme para el trabajo ahora antes de que llegue tarde. —Sí mamá. Iré a limpiar la casa— se volvió para salir de la habitación y se volvió a mirar a su mamá nuevamente, —mamá, te lo prometo, un día todas estas serán historias. Nos salvaré y te lo daré todo, eres lo mejor de la vida —. Abigail sonrió. —Sé que lo harás, querida, por eso estoy orgullosa de ti. —Gracias mamá.— Ella salió de la habitación. *-* Dos días después, Lily finalmente tomó una decisión y decidió contarle a su madre su decisión. Se sentó en la sala de estar, esperando a que volviera a casa y finalmente lo hizo. —¿Por qué sigues despierta Lily?— Abigail se sorprendió al verla todavía despierta. —Te estaba esperando. —Te he dicho que dejes de hacer eso—, advirtió antes de caminar y pasar a la cocina para dejar los alimentos sobrantes con los que llegó a casa. —Lo sé mamá, pero quería decirte algo. —¿Qué es querida? —Como no me dejas encontrar trabajo en otro lugar, he decidido seguirte al trabajo—. Abigail se volvió hacia ella de inmediato. —¿Qué quieres decir? —Estás enferma mamá, y tengo un año antes de ir a la escuela. En lugar de quedarme en casa y verte hacer todo el trabajo, ¿por qué no seguirte al trabajo? También trabajaré como sirvienta en la mansión, recibiré sueldos. Podemos ahorrar juntas, así, no tendrás que pedir pagar los meses que no has trabajado. Resumiremos nuestros ahorros juntas y el año que viene empezaré la escuela. Por favor, no digas no mamá, quiero ayudarte, no he estado descansando tranquila, sabiendo que estás enferma y todavía trabajando hasta la muerte. Por favor mamá, yo también quiero ahorrar dinero para mi escuela, por favor mamá—. Abigail apartó la mirada de ella mientras las lágrimas caían de sus ojos. —No quiero que trabajes para los Lockwood. No quiero que seas una sirvienta. —Es solo por un año mamá, solo por un año. Y si no me dejas iré a buscar trabajo a otra parte, lo digo en serio mamá. Entonces, ¿no crees que será mejor si trabajamos juntas? , así podrás vigilarme y no me pasará nada malo—. Abigail exhaló un suspiro, dándose cuenta de que tenía razón. —¿Sólo por un año? —Solo por un año.— Abigail dejó escapar un profundo suspiro. —Bien, mañana se lo diré a la Sra. Lockwood y sabré qué dirá al respecto—. Lily estaba extasiada, no sabía que estaría de acuerdo tan fácilmente. Rápidamente corrió hacia ella y la abrazó por detrás. —Gracias mamá, muchas gracias. —Está bien, solo tenemos que esperar que la Sra. Lockwood esté de acuerdo. —Ella estará de acuerdo mamá, estará de acuerdo— dijo Lily con plena esperanza. Abigail suspiró, ella también lo esperaba.  
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