Capítulo 6

1621 Words
Abrir a poco mis ojos Me duele la cabeza totalmente Mira para todos lados y estoy en enfermería a mi lado está el profesor tocó mi cabeza, esta me duele, el profesor al darse cuenta que despierto y me pide que me siente y me calmé. —¿Qué sucedió?, por qué estoy aquí no recuerdo nada —. toco mi cabeza, me afecta bastante. — Te desmayaste, de verdad no recuerdas nada, voy a llamar a la la enfermera ella va a venir a hacerte unas preguntas, listo, a penas ella llegué yo podré salir, yo creo que ya me puedo ir deje mucho tiempo a los chicos solos, avisame tan pronto salgas — No… por favor acompañe, No me quiero quedar sola, qué tal y me vuelva a sentir mal— él hace muecas y se acomoda, hasta que llegue la enfermera. Estaba sentado ahí pero pareciera que no estuviera, no me hablaba ni siquiera me miraba, no sé que pretende, acaso le soy tan indiferente. Llegó la enfermera y me tomo los signos vitales, mira al profesor, pero inmediatamente le digo que me va acompañar, no dice más y sigue con su trabajo. —Cuéntame niña te estás cuidando, utilizas preservativo —, había escuchado que ella no tenía tapujos, que era muy directa. Él profesor inmediatamente deja de hacer lo que estaba haciendo y me mira fijamente. —Claro que uso preservativo —, ella hace un gesto con su boca. —Bueno, te recomiendo que no tengas diversas parejas sexuales, te puedes embarazar niña. Te voy a enviar unos exámenes de sangre, puede que tengas el azúcar bajo o estés volviendo con tus problemas de anorexia —, ruedo mis ojos por su impertinencia. —Aca esta la hoja, te voy a mandar unos exámenes para que te los hagas con tu médico de confianza por problemas con la alimentación. Según lo que he leído acá dice que sufriste problema por desorden alimenticio por eso te habían traído muchas veces comenzando la universidad; no hagas esas caras niña, los exámenes son por tu bien y por la universidad —. Siento que mi cabeza en estos momentos tengo vergüenza no no sé porqué deje que se quedara, ahora me mira con lastima. La enfermera sale diciendo que puedo salir en unos diez minutos cuando no se sienta más mal, para que el ambiente no se sintiera tan agrio. — Gracias por traerme, no esperaba menos de usted profesor, yo creo que ya podemos irnos —, colocó mi pierna fuera de la camilla. — Estás muy joven para tener desórdenes así, no deberías dejarte llevar por los prejuicios de los demás. Preferí no responder, eso me hace recordar que fui muy débil hace muchos años y así fue que calme mi ansiedad. Salimos de allí, sentía la mirada acusatoria de todos, nuevamente los miedos me perturban, volvimos a la clase, ya siento como la mitad del salón empezó a murmurar de mí, la clase transcurrió normal bueno medianamente normal en estos momentos las inseguridades por mi cuerpo vuelven. Hace muchos años cuando estaba pequeña cómo de 15 años era un poco subida de peso, así que comencé a obsesionarme por mí peso deje de comer, me pesaba es la báscula día y noche para nada, Durante un año solo comida uno máximo dos veces al día, sé que obviamente eso está muy mal pero en esos momentos no lo pensaba adicional cuando recibía comentarios, cuando me decían que mi pantalón quedaba muy ajustado, muy pequeño, todo eso me aturdió. Mi concentración no era la mejor, los recuerdos de las palabras degradantes que tenían hacia mí, me comenzaron a atormentar de nuevo, me afecta tanto. Por más que me sienta ahora conforme con mi cuerpo mi cabeza da vueltas a lo que hace años hacía. La clásica y me doy cuenta ya que todos se están levantando de sus lugares, Juli sale de primeras, tiene una urgencia en el baño, espero que todos mis compañeros salgan y me acerco a la mesa del profesor guapo. —Muchas gracias por lo que hizo hoy por mi, ahora estoy en deuda con usted —, ubico mi cuerpo de tal forma que pueda ver mis pechos. —No fue nada señorita, así como lo hice por usted también lo hubiera hecho por cualquier otro de sus compañeros, le recomiendo que se haga su examen o lo que deba hacer, una mujer como usted no debería estar sufriendo problemas de ese tipo —, le estrechó mi mano. —¿Se dejaría invitar un café profesor? , Y aseguro que tendré en cuenta sus recomendaciones, por mi parte ya no tengo inconveniente con ese tema. Pero quisiera agradecerle, no pierde nada. —No, no tengo tiempo. En mi casa me esperan, lo hice sin interés alguno. Se levanta y sale, ¿Será que está casado?, Salgo de allí recibí un mensaje de Juli, sus papás vinieron por ella. Muchas veces no sé qué es mejor sí tener unos padres extremadamente estrictos y que te controlen todo o tener unos padres despreocupados y ni siquiera se encuentran cuando tú los necesites. Voy saliendo de la universidad, cuando una motocicletas estaciona frente a mí, se levantan el casco y allí está Sergio, lo miro y levanto una ceja, en verdad este hombre si que es insistente, se baja de la moto y me da un beso en la mejilla. —Por lo que veo te vas a ir sola a casa, creo que no me equivoqué en decidir a venir por ti —, me extiende el casco. —Parece que me estuvieras espiando, sí me dices qué me vas a llevar a algún lado donde haya mucho chocolate creo que subiré a esa moto —, él de nuevo me acerca el casco y me guiña el ojo. Con su ayuda me subo a la moto, de reojo veo como el profesor guapo me mira con intriga, mientras sus cejas están juntas. Por hoy voy a olvidar está absurda apuesta y disfrutar un poco. Vamos por las calles de la ciudad y siento el aire fresco correr por mi cara, el cabello se me mueve al compás del viento. Páramos en un mirador, él se estaciona y me ayuda a bajar. — Uff está hermoso todo esto, es más espero estar equivocada pero parece que me quisieras enamorar o me equivoco —. Suelta una risa, se acerca a mí lado y me da un beso. —No puedo ser eso que esperas, a mi me gusta salir, ser libre. No me gustan las relaciones, eso no va conmigo. Ahora me gusta una persona diferente, no podría brindarte lo que deseas —, él sonríe y lo hace tan espontáneo. —Te gusta otra persona pero no lo amas, así que aún tengo chance, mira voy a intentarlo porque sé que te puedo enamorar de mí, no pierdo nada, así que no veo problema en intentarlo —, me acerca a él y vuelve a besarme. Nos ubicamos cerca de un risco para poder observar mejor, allí saca una taza con fruta y chocolate para untar, allí saca unas fresas y les pone chocolate para luego ponerla en mi boca. Nos pusimos a charlar, de como le iba en la empresa y descubrí que sus padres son viejos conocidos de mis papás, así que tenemos mucho en común. El atardecer llegó, nos fuimos directo a mi casa, él me llevó, al entrar pregunté si mi papá estaba, pero no, no había llegado de la oficina. Baje mi cabeza, ¿Acaso no puede llegar una sola vez temprano a casa? al menos para comer conmigo, será que no quiere estar conmigo ni un solo momento. —¿Quieres comer conmigo? Como raro mi papá no está, no quiero comer esta noche sola —, Él asiente con su cabeza. —Contigo como y hago lo que desees. Nos sentamos mientras que la nana nos trajo algo de comer, comimos en el sofá, mientras veíamos una serie, le gusta las mismas que a mí de romance empedirno, cuando terminamos de comer mandé a traer una botella de vino, vino blanco que mi papá tenía y le encanta por su sabor, brindamos un par de veces, mi cabeza ya daba vueltas comenzaba a sentir calor, Sergio se volvió a acercar y está vez me beso más apasionadamente, la temperatura en mi cuerpo estaba creciendo, toca mis piernas Y mete su mano bajo mi falda haciéndome soltar un gemido, me ubico encima de él mientras nos besamos puedo notar su mie mbro erecto, nuestra respiración se acelera… La puerta suena haciendo que nos separemos de inmediato. Era mi papá. Venía hablando por teléfono así que no vio este momento, nos sentamos separados mientras que agarramos en nuestras manos cada uno la copa e hicimos como si estuviéramos conversando, mi papá se sorprendió al vernos pero entro y saludo a Sergio de la mano, para ubicarse a nuestro lado. —No pensé que se conocieran y fueran amigos —, dice mi papá mientras se sienta y se sirve un trago —Si, solo que nunca lo había invitado a estar acá, papi por qué demoraste tanto —, él mira su copa. —Me alegra que se lleven bien, estos son los muchachos que debes frecuentar, Sergio eres un gran trabajador, por mí puedes visitar a mi hija las veces que quieras. Ahora muchachos los dejo, debo ir a trabajar un poco más. Ahora no sé qué decir, mi papá no piensa si no solo en estar metido en ese trabajo. Me disculpó con Sergio y con mi papá y me voy hacia mí habitación.
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