-Barba roja y Vikingo?-
Cuestiona entre risas Evan, tambien me rio, contagiada de la alegría de este alto niño pelirrojo.
"Son buenos apodos, no lo crees?"
El chico se rie antes de preguntarme.
-Mi papá entonces es Vikingo-
Asiento, los dos volvemos a reir cuando recuerdo que debo hacer dos llamadas importantes de inmediato.
"Disculpame un segundo pequeño, ahora vuelvo."
Le indico mientras me levanto de mi asiento del sillon, el chico sigue sentado mirando la pantalla mientras come fresas cortadas a la mitad.
"Señor necesito de sus servicios mañana temprano, es un trabajo grande, no es mi jardín el que requiere atencion, sino el jardín de mis vecinos."
Temo que el jardinero me haya colgado pues no se escucha nada del otro lado de la linea.
-Mañana estaré puntual a las siete de la mañana-
Casi puedo brincar de felicidad por lo que asevera el hombre, le agradezco antes de terminar la llamada, después marco el número del recolector de basura de este vecindario pues necesito saber sus horarios ya que tendre demasiadas bolsas negras esperando fuera.
El hombre me comenta que pasará después de las tres de la tarde, asi que espero haber acabado para ese entonces.
Despues de haber hecho las llamadas es momento de comenzar mi labor por lo que volviendo a la sala encuentro a Evan lavando el plato, sonrio porque es un buen niño.
"Es hora de que comience a trabajar, pequeño, volvamos a la casa tóxica."
La mención no hace feliz al chico pero a mi si porque estoy de verdad deseando poner un poco de orden en ese tiradero de mierda.
-Esta bien-
Acuerda el chico, puedo ver que se siente mas a gusto en mi casa que en la suya, pero eso esta por cambiar.
-Por cierto, mi padre se llama...-
Detengo al chico antes de explicarle.
"Se como se llaman pero ellos no saben mi nombre, recuerda que recibo sus paquetes y vienen dirigidos a ambos, deja que ellos me digan su nombre, tu no te preocupes pequeño, estas listo?"
Cuestiono mientras cierro la puerta de mi casa con seguro, deslizo dentro del bolsillo de mis jeans la llave y nos dirigimos a la entrada sucia de la casa.
-No, pero no tengo otra opcion-
Ay pequeño, verás que eso esta a punto de cambiar, te lo prometo.
"Eso cambiará, no te preocupes."
Declaro antes de tomar la perilla de la puerta para que ambos podamos entrar, cuando lo hacemos lo primero que nos recibe es el intenso olor a basura y humedad.
-Regresaron-
La voz de Barba Roja se escucha primero desde la cocina, el pequeño Evan se despide de mi y corre escaleras arriba a su habitación pero Vikingo lo detiene, escucho que ambos charlan un poco, quiero ir a ver que carajos le está diciendo pero el pelirrojo frente a mi no me lo permitirá.
"Lo prometí así que aquí estoy, comenzaré primero..."
Cuando intento caminar hacia la cocina para buscar algun utensilio de limpieza como una escoba o un recogedor, pero el hombre no me lo permite.
-Te daré las cosas con las que limpiaras-
Indica el pelirrojo antes de entrar a un pequeño armario al lado de la cochambrosa estufa la cual parece que no se ha lavado en años.
Y que decir de las ollas, sartenes y platos que parecen negros, verdes e incluso azules debido a la desidia, suciedad y flojera de estos hombres.
-Aqui tienes-
Lo que me entrega Barba Roja parece ser un chiste de mal gusto.
"Debes estar bromeando."
Comento sarcásticamente porque la escoba vieja y gastada llena de telarañas y el trapo lleno de agujeros es con lo que quiere que limpie.
"Con esto quieres que haga algo de limpieza en esta casa?"
Casi puedo ver su mirada arrogante y su sonrisa burlona, está bien, quieres jugar?
Jugaremos entonces.
"De acuerdo, es más que suficiente."
Comento fingiendo estar de acuerdo, su sonrisa burlona sigue en su rostro cuando comienzo a barrer pero en vez de limpiar termino haciendo más basura y polvo.
-Pero que mierda haces?-
Cuestiona, me alegro al observar que su sonrisa ha desaparecido de su rostro.
"Limpiando con lo que me diste, porque?"
Comento de forma sarcástica.
-Eres tonta mujer o no sabes como hacerlo?-
Pregunta, evito poner los ojos en blanco porque le estoy siguiendo su estupido jueguito asi que finjo sorpresa exagerada.
"Oh pero, lo estoy haciendo bien, es lo mismo que hago en casa!"
"Pero tal vez tu deseas que lo haga de forma específica, por favor, muéstrame como."
Pido entregandole la escoba al pelirrojo panzon quien me mira enojado, pero la acepta de mal modo.
-Asi, mira, hasta un niño pequeño sabría como barrer...-
Pero su estúpida explicación no continua porque la escoba se rompe en dos en sus manos, el cepillo se desbarata por completo, provocando más basura en el lugar.
"Oh, pero no somos niños pequeños y acabas de romper la escoba."
Me burlo del hombre quien avienta la escoba rota al suelo, debido a la frustración acaricia su barba rojiza con su mano antes de pasarse una mano por el cabello largo sin cepillar, entonces me rio al verlo.
-De que carajos te ries?-
Pregunta el pelirrojo, me rio con mas fuerza al ver de cerca al hombre.
"Pareces un pirata con parche."
Respondo entre risas, el hombre frunce el ceño, ahora si parece un loco pirata de verdad!
-Estupido polvo-
Comenta en voz baja el hombre al verse reflejado en su celular pues no hay otra superficie limpia en esta asquerosa cocina, despues de hacerlo limpia la suciedad de su cara con su ropa, dejando una mancha en ella.
"Creo que necesitamos ordenar algunos utensilios de limpieza o no podré hacer nada."
Comento, el pelirrojo me mira, hace una mueca pero acuerda porque desbloquea su celular.
-Que necesitas?-
Cuestiona, me acerco a su dispositivo para mirar lo que la app ofrece pero niego.
"Nada de eso sirve, entra a esta otra app de supermercado y pide las cosas que te diré."
Muestro en mi celular la app que uso, Barba roja observa el icono, lo busca en su móvil y cuando accede me dedico a enseñarle lo que necesito.
-No pediré tantas cosas.-
Comenta el pelirrojo al ver las cosas que estoy pidiendo.
"Solo es lo indispensable para intentar poner algo de orden en esta casa de locos."
Declaro antes de indicarle que por ahora es suficiente lo que pedimos por lo que le digo que pague por orden express para que llegue en minutos a la casa.
-Ademas tengo que pagar por las cosas!-
Su exclamación me resulta tan satisfactoria porque jamás lo habia visto alzar las cejas o abrir tanto los ojos.
"Por supuesto barba roja, todo eso se quedará en tu casa, lo usaré solo para limpiar asi que paga y ordena las cosas, date prisa, necesito comenzar ya!"
Finjo valentia ante él, pero la verdad estoy nerviosa y temerosa de que me corra y rompa el trato y con ello mis planes, pero...
-Maldita mujer-
Su respuesta me hace reir con la boca cerrada, observo que da finalizada la compra y que incluso me hizo caso y pagó por la entrega express.
-Espera, como me llamaste?-
Inquiere el pelirrojo deteniéndose pues ya se iba.
"Barba Roja."
Respondo con verdadero placer al llamarlo por su apodo sin miedo, un gruñido escapa de su boca cerrada, miro sus verdes ojos enojados cuando esta cerca de mi.
"Yo creo que te queda bien el apodo, pero si no te gusta puedes decirme tu nombre."
Lo reto pero se mantiene en silencio asesinandome con la mirada solamente.
-No te lo dire-
Contaba con eso maldito pelirrojo arrogante.
"Como quieras, pero te diré barba roja, quieras o no."
Dándome la espalda, el pelirrojo gordito se marcha escaleras arriba, salgo de la casa para esperar al repartidor.
Solo quince minutos despues y mas de seis partidas de un juego adictivo en mi celular aparece la camioneta de reparto, agito mi mano para llamar la atención del hombre quien hace una cara de interrogación mayúscula.
-Crei que esa casa estaba abandonada-
Comenta el hombre mientras me entrega la gran caja y bolsa amarilla, sus palabras me causan risa pues las he escuchado mas de treinta veces.
"Eso esta por cambiar, se lo garantizo."
Agradezco al hombre antes de despedirlo y velver dentro de la casa.
Elijo el lugar menos sucio para abrir las cajas, no puedo creer que me sienta como una niña pequeña abriendo regalos aunque se lo que contiene la caja y la gran bolsa, pero aún así es emocionante para mi!
Todo lo que necesito llegó, no me falta nada así que decido que lo primero es recoger la basura del piso, enfundandome los guantes plásticos color azul en mis manos me dirijo a la sala...
"Mierda."
Exclamo un poco derrotada al ver la magnitud del tiradero en este lugar, el cual es mas grande, pestilente y desagradable de lo que pensé.
***By Liliana Situ***
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