4. ¿Sorpresa?

1749 Words
Narrado Alicia Fuimos a la puerta principal y nos encontramos con el padre de Ali y cuatro chicos. Un segundo... Dios mío... quiénes eran esos cuatro chicos... que buenos estaban,mi locura aparte, veo a mis amigas que están como yo, j***r ¿enserio? . — Alison, hija— dijo el señor Evans nada más vernos entrar y abrazo a su hija quien se veía muy tensa. — Hola papa— saludo nuestra amiga al recomponerse del susto. — ¿Que tal el viaje?— nos pregunto el señor Evans. — Bien señor— se limito a decir Leila intentando entender la situación. — Creo que merecéis una explicación— dijo el señor Evans y asentimos. — Si porque no recuerdo esto en tu invitación— le dijo Ali y su padre asintió. —No se si Alison, os ha comentado que llevo una discográfica—dijo el señor Evans y nostras asentimos. — Algo ha dicho— dijo Angie. — Bueno, estos cuatro chicos son mis nuevos fichajes, los cuales tienen menos de un mes para grabar un disco y sacarlo— explico el señor Evans. — Eso no explica que hacen aquí— dije y todas me miraron. — Claro que no— dijo el señor Evans riendo. Un segundo, el padre de Ali, parecía divertido y bueno ¿Por que Ali se llevaría mal con él? ¿Por que no quería hablar con él? Tras conocer a los padres de las demás que era cada uno más raro que un gato verde, este señor parecía maravilloso, había demasiadas cosas que Ali no contaba. — Como se distraen mucho, les quiero tener vigilados este mes— explico el señor Evans y asentimos. — Y ya que habéis llegado puedo ir a mi reunión—dijo el señor Evans y beso la cabeza de Ali. —Adiós señor Evans—dijimos nostras mientras que los chicos se despidieron con un saludo raro. —Presentaros y ser buenos con ellas—les aviso el señor Evans antes de coger la puerta e irse. Tras que el señor Evans saliera por la puerta, miramos a los chicos quienes estaban muy serios mirándonos y analizándonos. —Soy Lucas—hablo uno de ellos. Este primero que hablo era rubio y de ojos azules, era el más alto del grupo y él más delgado pero tenía unos hombros realmente anchos, imponía bastante y tenía un piercing en el labio que era muy divertido. —Yo soy Marcos—se presento el chico alado del primero quien era muy diferente. Era más bajo que el primero pero seguía siendo bastante alto, realmente era algo del agua del país porque los cuatro eran altos. Este segundo chico en concreto, era de ojos grises y con el pelo rosa, ya era mi ídolo por tener la valentía de teñirse así el pelo. —Asher—hablo el tercer chico de forma borde. Era el más bajo de todos, tenía unos ojos color miel bastante intensos y un pelo castaño que le caía por la cara de forma divertida. —Que borde—nos susurro Alicia. —Ni que lo digas—le respondió Angie de la misma forma. —Soy Caleb, un gusto—se presento el ultimo chico. Parecía de descendencia asiática, pero sus ojos negros intensos y pelo n***o despeinado descolocaba bastante. Los cuatro iban vestidos de una forma bastante parecida, con vaqueros, camisetas de bandas famosas y zapatillas de deporte. —Alicia—me presente. —Yo soy Leila—dijo mi amiga y ellos asintieron. —Yo Angie y ella Ali—comento Angie presentándose a ella y a Ali. —¿Y no puede hablar ella? Sabemos que no es muda, parece un poco tonta pero creo que sabrá habla—dijo el tal Asher y las cuatro nos quedamos impresionadas. Ali era muy tímida en introducirse a las nuevas amistades y más cuando eran chicos, y su actitud de m****a no ayudaba. —Mira imbécil—empezó Leila—Te voy a decir dos cositas y espero que tu cabezita unineuronal lo entienda—le dijo y este le iba interrumpir pero mi amiga no le dejo, dejando claro su gran arte—Primero, repite lo que has dicho a Ali, y te mataré porque nadie se mete con mis amigas y menos un crio de m****a como tú—comento mientras sacaba un dedo en su mano derecha y puso un segundo dedo para lo siguiente—Y segundo, vete a la m****a—. —Relajaros—dijo Caleb y todas le miraros molestas. —Ella puede defenderse sola, vosotras no os tenéis que meter en el tema de Asher y ella—dijo el teñido. —Creo que el tinte te ha afectado al cerebro, teñido—le dije yo muy molesta. Habíamos venido de buen humor y con la intención de ser sus amigas, de que nos enseñaran la ciudad e incluso ayudarles pero habían dejado claro que se creían mejor que nadie por tener un contrato discográfico pero nosotras les íbamos a bajar los humos de estrellas que tenían. —Chicos cuidado que se ponen agresivas—se rio el rubio. —Sois unos idiotas, si creéis que vamos a dejaros hacer lo que queráis por tener un contrato discográfico estáis idiotas—dijo Angie. —Eso lo has dicho tú, no nosotros—dijo Caleb y nos miramos entre nosotras impresionadas. —Vamos a relajarnos—dijo Leila intentando dar cordura al asunto—No vamos a empezar con mal pie, que vamos a pasar un tiempo en la misma casa y lo mejor es que nos llevemos bien, así que empecemos de nuevo—. —¿Es una amenaza?—pregunto Asher divertido—Espera que tiemblo—. —Estaba intentando estar bien—se quejo Leila. —Se ve que no queréis una buena relación con nosotras—dije y ellos sonrieron. —Lo has pillado, no queremos tener nada que ver con unas niñas de papa—comento Marcos y nos quedamos impresionadas. —Mira—dijo Ali y todas le miramos atentas, porque siempre que Ali se ponía sería, era para algo que merecía la pena—No nos conocéis, y por una suposición no podéis tratarnos como os de la gana—dijo, dando un poco de cordura al asunto. —¿Y que vas a hacer? ¿Llorar a tu papa para que nos eche?—pregunto Lucas divertido y Ali le miro molesta. —Quizás vuestra unica neurona crea que todas necesitemos la ayuda de nuestros padres pero las cosas no son así—dijo ella y al ver que ellos no la tomaban enserio se acerco a ellos seria—No soy muda, ni tonta—les dijo—Soy mucho más lista que vosotros juntos, y no voy ha llamar a mi padre, voy ha hacer que vosotros mismos perdáis esta oportunidad—les dijo tranquila y como la diosa que era. —Ni aunque quemes esta casa, renunciaremos—le dijo Asher con un tono de niñato engreído. —Ya se vera—le dijo Angie tranquila y afianzando la amenaza de Ali. Un segundo ¿Nos estábamos metiendo en una guerra con unos idiotas? Amo estas vacaciones. —Bueno niñas, estaremos encantados de veros intentarlo—dijo Lucas y paso uno de sus dedos por la cara de Angie—Pero ahora los adultos tiene que ir a trabajar—dijo riendo para irse con sus amigos. Todas nos miramos muy impresionadas sin entender que acababa de pasar y porque razón, esos cuatro chicos la habían tomado con nosotras así de la nada. —¿Por que todos los chicos guapos tiene que ser idiotas?—se quejo Leila y todas la miramos—Son guapos—. —Leila—le grito Angie y le dio un golpe en el brazo—Concentrate—. —¡Ay!—se quejo Leila por el golpe en el brazo. —No podemos dejar las cosas así—dije sin dudarlo. —Y no lo haremos—dijo Ali y todas la miramos—No estaba de broma cuando les he dicho que voy a hacer que renuncien—. —Ali malvada, te amo—dijo Angie abrazando a Ali. —No puede ser nada fisico—les dije y todas me miraron. —¿Por que?—se quejo Angie. —Porque no podemos dejar pruebas intencionadas, tiene que ser cosas que ellos pueden hacer y nadie nos acuse—aclare. —Tiene razón—dijo Ali y todas la miraron—Si dejamos pruebas, mi padre les defenderá pero si hacemos cosas que pueden pasar, les caerá castigo a ellos—. —¿Y si quemamos los altavoces e instrumentos?—dijo Angie y todas la miramos—Si les damos suficiente potencia lo podemos quemar, y no podrán ensayar, el señor Evans creerá que es por mucho esfuerzo y tardara en reponerlo—. —Me gusta—dije y todas asentimos. Con gran disimulo, y sabiendo que estaban en sus habitaciones instalándose, fuimos a la que Ali dijo era la sala de música, era una enorme sala en el sótano con todo tipo de instrumentos y un estudio de grabación. —¿Desde cuando tienes esto aquí?—pregunto Angie. —Mi madre era pianista, y tocaba aquí—explico Ali y todas la miramos. Había una cosa que debía saber todo el mundo de Ali, jamás hablaba de su madre, era el tema tabú de ella. Al igual que para Angie era la relación con su padre y para Leila su familia en general, Ali era su madre, no le importaba contar sobre si iba al baño o no, pero su madre no era un tema que amara hablar. —No podemos destruir estos instrumentos—dijo Angie abrazando una guitarra. —Ha sido tu idea—me queje y ella nos enseño la guitarra. —Son los mejores instrumentos que he visto en mi vida, tienen que valer mucho—comento Angie y miramos los instrumentos analizándolos. —¿Y que hacemos?—pregunto Ali pasando su mano por el piano del centro del salon. —¿Teñirles el pelo para que estén todos a conjunto?—pregunto Leila y todas la miramos. —Perfecto—dijo Ali. —Pues vamos a comprar—dije y salimos de ahí, obviamente evitando que nos vieran.
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