3. Australia

1471 Words
Narrado Leila Tras una larga sesión de películas, todas decidimos quedarnos a dormir en casa de Angie. La relación entre nuestras familias y la confianza era tal que nadie nos ponía muchos problemas a que durmiéramos en casa de las demás. Me desperté a la mañana siguiente y mire el reloj para ver que eran las nueve, siendo relativamente tarde para hacer cosas, me levante con cuidado de no despertarlas y enchufe la guitarra al amplificador, y tras ponerlo al máximo, deslice mi mano por la guitarra haciendo un gran ruido y provocado que todas se despertaran. —Me voy a cagar en tu vida—grito Angie nada más despertar. —Leila—me grito Alison mientras escondía su cabeza en las almohadas. —¿Estas enferma?—me grito Alicia mientras me lanzaba cojines. Todas me gritaron al mismo tiempo pero yo me había divertido tanto que merecía la pena. —Buenos días—les salude riendo mientras desconectaba la guitarra y la colocaba en su sitio. —Recordarme atarla—dijo Angie mientras me miraba furiosa. —Venga animaros que mañana a estas horas estaremos en un avión—les dije riendo. —No si te mato antes—me amenazo Angie y yo le lance unos besos. —Chicas—nos llamo Alison y la miramos—Mi padre nos deja su avión—. —¿Tu padre tiene un avión?—pregunto Angie alarmada. —Si—respondió Alison. —Ali—me queje y ella me miro—¿Que coño es tu padre?—. Aunque lleváramos más de seis años siendo amigas, muchas cosas de la familia de Alison eran secretos, apenas contaba cosas, solo lo necesario y eso era frustrante. —Es empresario—explico ella. —Muy rico por lo que se ve—se quejo Alicia. —Y yo invitándote a hamburguesas—se quejo Angie haciéndonos reír a todas, menos Ali obviamente. —Es complicado—se limito a decir pero nosotras le miramos serias. —Ali—le llamo Angie. —Tiene varias empresas, su trabajo es crear empresas y que se hagan millonarias para venderlas por más de lo que valen—explico y la miramos impresionadas—Ahora esta con una discográfica—. —¡¿Que?!—gritamos todas al mismo tiempo, rápidamente Angie se levanto y sentó a Ali en una silla. —¿Tu padre nos puede hacer un disco?—le pregunto Angie mientras la agarraba de los hombros. —No lo se—dijo ella y todas la miramos. —¿Hace cuanto esta con esto?—pregunto Angie. —En funcionamiento casi dos—explico Ali y todas la miramos—No voy a pedirle eso, cuando no hablamos—se quejo ella. —Bueno pero en verano, habláis y eso—intento convencerla Alicia y Ali nos miro. —Ya se vera—se limito a decir Ali, y por su cara sabíamos que no la podíamos molestar más sino queríamos enfadarla. —¿Cuando nos vamos?—pregunte y ella me miro. —Mañana—aclaro Ali. Dejamos el tema, por mucho que deseáramos triunfar había un conflicto entre Ali y su padre que él quería solucionar ahora, tras años y ella le afectaba, demasiado. Ali no era de abrirse en lo que ha sentimientos se refería, era más de ayudar a los demás. —Pues yo necesito más ropa—dijo Angie y todas la miramos. —Te he cerrado la maleta—se quejo Ali. —Quizás conozcamos famosos, compramos más maletas si hace falta pero hay que ir guapas—explico Angie haciéndonos reír. Tras eso desayunamos unas tortitas que nos hizo la madre de Angie, y tras eso fuimos a comprar las cosas que según Angie íbamos a necesitar para conocer a los famosos australianos, que todas sabíamos que ella buscaba a unos hermanos actores muy guapos. Pasamos todo el día en el centro comercial, y terminamos al final con dos maletas mas cada una, y mucha ropa que seguramente no usaríamos pero Angie no paraba de repetir que debiamos estar preparadas para todos porque no sabíamos si encontraríamos el amor. Comimos unas hamburguesas en el centro comercial para hacer una pausa y luego volvimos a comprar cosas, para terminar cada una en su casa haciendo video llamada mientras hacíamos las nuevas maletas. Muchos nos los preguntaron, jamas nos cansábamos de estar juntas, cada una aportaba a su relación cosas maravillosas que lo hacían divertido y daban emoción al asunto. En las video llamadas, era todo caos y divertida, Ali tenía que discutir con su abuela, para que no le cortara el internet porque la pobre mujer creía que le espiaban con el internet, Angie tenía que discutir con toda su familia para tener silencio porque se pasaban el día tocando música. Por su parte Alicia, tenía que intentar evitar que su hermano no molestara en la video llamada, y en mi caso, batallaba con mi gato para que no se comiera las cosas y con mi madre para que no se metiera en medio. —Abuela, no espían—grito Ali, mientras intentaba evitar que su abuela cortara el clave del wifi. —Como adivinen mi numero, pienso darte de comer a los alienígenas—le amenazo su abuela haciendo reír a Ali. —Papa, baja la música—grito Angie y al tener el micro cerca, casi nos deja sordas. —Dios como estoy deseando no verles en unos meses—dijo Alicia mientras echaba a sus hermanos de la habitación. —En unas horas estaremos en un avión—comente y ellas aplaudieron. Tras eso, seguimos con la video llamada cenando juntas y reíamos, obviamente cada una ceno una cosa, y fue gracioso ver como cada una debía lidiar con su comida, sobre todo Angie con la comida picante. Terminamos la video llamada cuando nos dormimos, por lo que la video llamada duro mil horas pero merecía la pena. A la mañana siguiente, me desperté demasiado temprano, casi a las cinco de la mañana, y me duche para luego vestirme. Ali me envió un mensaje cinco minutos después de que estuviera lista. Y rápidamente cogí mis maletas para salir de mi casa y encontrarme a Ali en un coche fuera. Fuimos a por las demás y después al aeropuerto para subir al avión que el querido padre de Ali, nos había dejado. El avión era muy diferente a un avión comercial y eso le hacía fantástico, según entrabas tenías un pasillo con asientos, al final por la derecha tenías una pequeña cocina y la zona de los pilotos, y por el otro lado, había baño y una habitación. Entramos en el avión mientras el señor que conducía el coche dejaba la maleta dentro del avión. —Wow—dijo Angie—Ali, más te vale besar el c**o a tu padre porque estos lujos me gusta—añadió Angie y se sentó en uno de los asientos de cuero, acomodo la silla a ella y rió. —Ya veremos—dijo Ali y se sentó en el asiento delante de Angie. Alicia y yo nos sentamos en dos asientos cerca de ellas, estando enfrente y alado de ellas. El avión despego rápidamente, apenas estuvimos cinco minutos esperando para empezar el vuelo. Y una vez en el aire pudimos soltar los cinturones y movernos por el avión. —Estamos más cerca de nuestro sueño—dije feliz y todas aplaudimos. —Australia—dio Alicia feliz. —5 años ahorrando han merecido la pena—dijo Ali. —Aunque no se para que hemos ahorrado si ha venido el padre de Ali y nos ha dado todo—se quejo Angie y Ali la miro. —Yo estoy tan sorprendida como tú—se quejo ella y todas reímos. —Sera un vuelo de más de diez horas ¿Que hacemos?—pregunte y todas me miraron. —Trabajemos en nuestro disco—dijo Angie y todas sonreímos. Aunque en el instituto nos educaran por separado en música, nosotras teníamos claro que debíamos ser una b***a. Las voces de las cuatro encajaban bien y cada una dominaba un instrumento a la perfección haciendo que la b***a fuera la opción mas lógica, además eramos amigas con un mismo sueño y luchar unidas, seria lo mejor. Nos pasamos las catorce horas del vuelo componiendo y comiendo, mientras hacíamos muchas bromas, la mejor en componer sin duda era Ali, esa chica sabía expresar cualquier cosa con palabras, y me daba mucha envidia. Si alguna no sabía como seguir o hacer algo, llamábamos a Ali. Tras esas catorce horas, aterrizamos en este país ya siendo de noche, por lo que cogimos nuestras cosas y fuimos a la casa de Ali, la cual era enorme.
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