01 de abril de 2003
Era de noche cuando Taylor decidió regresar. Su atención se desvió hacia el hombre que estaba sentado junto a ella en el sofá. Su cabello lleno de canas reflejaba el paso del tiempo a través de los años. Sintió como su corazón se estrujaba ante el conocimiento de que, seguramente, vería morir a su padre.
—Me alegra mucho haber pasado este tiempo contigo. Hacía mucho que no pasabas toda la tarde aquí.
Eso no la hizo sentir mejor. Era un hecho que, desde que se había introducido en el sector laboral y se había mudado, había comenzado a distanciarse de él. En parte, porque era peligroso para él estar cerca de ella siendo una mestiza y, por otro lado, porque era duro ver como seguía envejeciendo mientras ella permanecía atrapada en su cuerpo de veinte años.
Tragó el nud
