¡Limpieza!

1163 Words
Durante toda la noche no pude dormir pensando en cómo resolvería este nuevo problema, mi cheque, mi única salvación había desaparecido, ahora no tenía nada, no quería que perdiéramos nuestra casa solo por no tener la parte del dinero que me corresponde. A la mañana siguiente, me desperté muy temprano, tomé la ducha de la mañana y luego fui a la cocina a preparar un café. —Buenos días Isabella, hoy madrugaste— Dijo Paola al entrar a la cocina. —No pegué el ojo en toda la noche, estaba tratando de buscar una solución en mi mente— Le respondí mientras servía café en dos tazas. —¡No te preocupes! Seguro encontraremos una solución— Respondió Paola mientras tomaba su taza de café. Antes de que pudiera responder entró una llamada a mi celular, sin ningún tipo de expresión lo tomo en mis manos y contesto. —Buenos días, ¿me comunico con la señora Isabella Blue?— Preguntó una voz ronca de una mujer. —Con ella habla, ¿Con quien tengo el gusto?— Pregunté con interés. —La estoy llamando porque tenemos su curriculum online, necesitamos perdonar para trabajar, ¿Tiene donde anotar?— Preguntó nuevamente. —¡Por supuesto que si!— Respondí con alegría. Anoté la dirección del lugar hacia el que tenía que ir, luego de eso la mujer extraña aún para mi, colgó. —Tengo una entrevista de trabajo Paola, es increíble, tenías razón, vamos a salir de esta— Le dije llena de entusiasmo. —Estoy feliz por ti, no los hagas esperar, Catalina no se saldrá con la suya— Respondió Paola igual de entusiasmada. Tomé mi bolso y salí rápidamente de casa, en todo el camino iba pensando en que no todo era malo en mi vida, eso me daba mucho ánimos. Al cabo de unas media hora estaba bajándome del taxi, estaba frente a esa enorme empresa de varios pisos, en ese momento Justo me percaté que el prometido de mi prima es el dueño y director de la empresa. Pensaba que era un grave error entrar, no entendía cómo de allí me habían llamado para quizás contratarme, parecía una estatua, no me movía, no sabía que hacer, hasta que recordé que había perdido mi cheque y que mi casa estaba en peligro, así que decidí entrar, pensé que no perdía nada. Llegué al área indicada de reclutamiento y selección de personal, allí estaría esperando una señora llamada Sandra. —Buenos días, busco a la señora Sandra, mi nombre es Isabella, ella seguro me está esperando— Le dije a la recepcionista del área. —La señora Sandra espera por usted, viene con unos minutos de retraso— Respondió la recepcionista, mientras me guiaba hasta la oficina de la señora Entré con un poco de nervios, no sabía que pasaría, pero ya esta ahí y solo me tenía que enfrentar a ella y ganarme ese puesto. —Buenos días señora Sandra—Dije tan pronto entré a su oficina. —Buenos días señorita Isabella, tomé asiento por favor— Respondió la señora con seriedad. —Le agradezco mucho, también agradezco su llamada, honestamente estoy necesitando este trabajo. —Si en realidad está necesitada, tendrá que tomar lo que le voy a ofrecer. —¡Por supuesto que si! ¿Que ofrece?— Pregunté con una sonrisa, ignorando que pronto sería borrada. —El trabajo disponible que tengo es de limpieza, deberá de encargarse que la oficina del señor Diego Stone esté impecable, además de llevar agua, café, cualquier cosa que pida el señor a su oficina— Culminó en decir mientras me miraba muy fijamente, creo que quería ver la expresión de mi cara. —Eso no me lo esperaba, pensé que sería como secretaria o algo parecido— Respondí asombrada mientras rascaba mi frente. —Es todo lo que puedo ofrecerte en estos momentos, no puedo hacer nada más por ti, hay muchas personas esperando por al menos un puesto como el que te ofrezco, así que o lo ¿tomas o lo dejas?—Preguntó sin importarle lo que sucedía. —No es lo que esperaba pero tengo que aceptarlo, le agradezco mucho— Respondí desilusionada. —Muy bien, empiezas hoy mismo a trabajar, debes de ir a la oficina del señor Diego y presentarte como si nueva empleada— Culminó en decir. —¡Está bien! ¿Cómo se cual es la oficina del señor— Pregunté nerviosa. —Aquí tienes un mapa— Respondió con seriedad. La señora Sandra me explicó cómo llegar con el mapa en las manos, era muy fácil llegar a cualquier puerta de la empresa con ese mapa. Solo me tomó dos minutos en llegar a la puerta de la oficina de mi nuevo jefe, estaba nerviosa, respiré profundo y luego toqué esa puerta. Toc Toc Toc… —Adelante— Escuché desde adentro, así que sin pensarlo pasé. —Buenos días señor— Dije con voz ronca. —¿Usted aquí? ¿Me puede decir que quiere? Ya supe todo lo que le hizo a su prima— Respondió mientras se ponía de pies. —Señor no vengo a hablar de mi prima, vengo a presentarme como su nueva empleada, seré la que llevará la limpieza de a oficina— Respondí mientras miraba hacia el piso. —¡Ahí es donde pertenece! No merece lo bueno de la vida, no merece nada, pero no me importa, lo único que le voy a pedir es que se mantengo lejos de mi futura esposa. —Por eso no se preocupe, la que desea mantenerse lejos de ella soy yo… Mañana iniciaré con este trabajo, espero que pueda separar lo personal de lo laboral. —Eres muy responda, ¿Lo sabias?— Preguntó Diego mientras se acercaba a mi. Sin darme cuenta estaba acorralada en la pared, la voz fría de ese hombre hacía que perdiera la noción de lo que sucedía al rededor, pude salir ilesa por ahora, aunque espero que sea así siempre… Solo deseo trabajar.
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