Corazón a La Deriva

XIV

~6 de Octubre de 2031~

Querido Scott:

Han pasado años desde la última vez que te escribí, y muchos más desde que hablamos, sigo rogando para que desde el reino de los cielos estés viviendo en santa paz, y quiero que sepas que yo he sido muy feliz durante estos años. He decidido volver a escribirte porque necesito hacerlo, ya debes saber el motivo, algo así nunca pasaría desapercibido para ti.

Nuestro hijo Scott ha tomado la decisión de inscribirse en la academia de la Guardia Costera, partió a New London esta mañana. No estoy del todo segura de en qué ámbito planea desarrollar la profesión, solo me queda claro que pretende seguir tus pasos.

Eso me genera sentimientos encontrados, porque si bien estoy inmensamente orgullosa de él y el compromiso que está asumiendo, para hacerte honor, para sentirse más unido a ti, que tanta falta le has hecho; también estoy muy asustada.

Sabes que siempre admiré tus labores y a pesar de lo doloroso que fue para mí, sigo haciéndolo, pero no puedo dejar de temer por el bienestar de nuestro hijo, y es por eso que quise escribirte.

Te pido que lo protejas, que le acompañes siempre en este largo y peligroso viaje en el que se ha anotado, ilumínalo, dale fuerza y sensatez, llénalo con tu coraje y valentía y ayúdale a convertirse en un hombre tan digno de admiración y respeto como lo fuiste tú, pero por sobre todas las cosas, ayúdale a tener el destino que tú no pudiste, protégelo y permítele tener una vida larga y plena.

Te lo pido con todas las fuerzas de mi alma, aunque sé que jamás dejarías que nada le pasara. Es un buen chico, el mejor, y sé que tiene un brillante futuro por delante.

Quisieras que hubieses estado ahí para despedirlo y ver lo guapo que se ve con uniforme, supongo que es una cuestión de genética.

Sigues haciendo mucha falta Scott, unas veces más que otra, pero siempre te recordamos.

Te amo, nunca he dejado de hacerlo...

Hannah.