Cassandra Me remuevo con pereza en lo que parece ser una cálida cama, ni siquiera tengo que abrir los ojos para sentir el maldito dolor de cabeza de campeonato que cargo en estos momentos. Me sobresalto un poco al escuchar un ruido a mi lado y frunzo el ceño, aún con los ojos abiertos. ¿Habré sido yo? Imposible… aunque sé que a veces ronco como carcacha descompuesta (dicho por la misma Mel) estoy segura que ese sonido viene de al lado y… —¡Por las nalgas del capitán América! — exclamo horrorizada al ver un trasero desnudo y redondito prácticamente en mis narices. —¿Eh? ¿Qué? — Una voz pastosa y somnolienta que conozco muy bien sale de ese cuerpo… demasiado sensual para mi salud mental. ¿Qué carajos? ¡Me acosté con Liam! ¿Qué maldito universo alterno es este? —¡Liam! ¡LIAM! ¡Despiert