—Cuánto tiempo de verte, mi niña — me abraza la madre de Mel, asfixiándome. Gracias a Dios me suelta y yo le sonrío, algo incómoda. —Es un gusto volver a verla — es a la única a la que le permito un abrazo corto, los odio. —Sube cariño, Melany te está esperando — me indica las escaleras. —Gracias. Comienzo a subirlas para irme a la habitación de mi mejor amiga, el segundo piso está conformado por varias habitaciones y con dos extensos pasillos que te sacan un susto en la noche, uno por la izquierda y otro por la derecha. El cuarto de Mel está hacia la izquierda, por lo que camino por ese pasillo pero no recordaba que la habitación de Derek (su hermano mayor y buenorro), también se encuentra por ese lado. Me digo que espero que no esté, pero como siempre, el karma se encarga de llev