Una semana después: 26 de julio
Después de aquella cena en donde Naya y yo hicimos aquella especie de acuerdo, nos dedicamos a conocer más del otro para cuando llegara este día, uno donde conoceré a su familia. Sus padres intentaron hacer que Nayla y yo fuéramos a Alemania, pero afortunadamente han entendido que no podíamos dejar el hospital, no cuando no hay la suficiente cantidad de médicos para cubrir a todos los pacientes que llegan día a día.
—¿Recuerdas todo lo que hablamos? —me pregunta mientras terminamos de poner la mesa para la cena.
—Si, no te preocupes Nayla. Quedamos en que tu compartes piso con la doctora Aydin, ya está todo arreglado con ella —digo afirmando nuestro plan.
—Bien.
—Nos conocimos hace años, y nos volvimos a encontrar en Siria, pero tú estabas con él y por
