Veo a Nayla subiéndose al coche para irnos del hospital, y la noto extraña, ella solo cierra la puerta, se abrocha el cinturón de seguridad, y permanece en silencio. —Te ves molesta —me atrevo a decir. A pesar de que no la conozco tanto, puedo darme cuenta enseguida del cambio de humos. —Estoy molesta —afirma y me mira. —¿Puedo preguntar por qué? —inquiero en un susurro. —El doctor Ahmet, ¿puedes creer que se atrevió a preguntarme si tengo novio? Trato de no sonreír ante su respuesta y mucho menos los gestos que hace en estos momentos. —¿Y eso te molesto? —presiono. —Si, porque no solo pregunto eso, sino que me propuso hablar con mi familia, formar una familia, en fin, hizo planes de aquí a toda la vida —declara. —Eso si es mucho —susurro. De pronto su semblante cambia y aparta