CAPÍTULO CUATRO Kevin retrocedió cuando el purísimo Xan entró en la habitación en la que estaban él y Chloe. Estar allí solos y sin supervisión ya era bastante malo, pero de alguna manera sabía que no era tan malo como cualquier cosa que el alienígena decidiera hacer ahora. ―El miedo es una debilidad ―dijo el purísimo Xian, las palabras salieron solo un instante después por su traductor―. Esa es solo una de las muchas que hemos superado. ―¿Qué quieres decir? ―preguntó Kevin. Ahora intentando contener el miedo que sentía, porque no quería que el alienígena lo notara. Chloe ya parecía bastante asustada por ambos, pero también parecía enfadada. Si la gravedad alterada no hubiera estado presente, sujetándolos a los marcos, Kevin sospechó que ella habría intentado a****r al alienígena. ―Un