NARRA ROGER
La tierra tiembla en mis pies todavía no me recupero de lo que mi padre me ha dicho. Es que no lo puedo creer vienen a mi mente nuevamente las palabras que le dije en el restaurante cuando me dijo que estaba embarazada. “Pobretona” “Interesada” son las más resaltaban. Que estúpido fui, pero por eso dicen que los errores los pagamos aquí. Ahora ¿cómo le digo a mi padre que ella está embarazada de mi hija y que acabo de firmar un documento donde le entregue todos mis derechos paternales? Se va a volver loco por los momentos no le diré nada. Pasaron algunas horas entre conferencias de prensa y arreglos a el lugar.
—Hijo, todo quedó muy bien espero esta noche sea inolvidable. — ni te lo imaginas padre.
—Si padre será inolvidable. — poco a poco la gente invitada comienza a llega
