NARRA ROGER
Me levante un poco desganado, pero sabía que tenía que ir a ver que le había pasado a mi padre. Al salir de mi habitación vi que su habitación estaba abierta estaban llevándole el desayuno. Me quede como una estatua sin poder reaccionar cuando la veo caminando despacio hasta la mesa mientras tenía su mano en su vientre le vi una mueca de dolor. Mi corazón se detuvo cuando sus ojos chocaron con los míos ella me sonrió y ese simple gesto me destruyo. Me sentía el ser más nefasto sobre la faz de la tierra. Ella tendría que odiarme pensé que al verme ella me diría muchas cosas, pero no fue así sus ojos su sonrisa ese gesto con su cabeza me dejaban en claro que no necesita nada de mí. Ella está bien o eso quiso creer mi conciencia para amortiguar la culpa que sentí por dentro. Cuan
