NARRA ROGER
Ella me miraba como tristeza sus ojos se llenaron de lagrima. No volví a decir más para dejarla hablar me acomodé mejor en la silla recargando mi espalda en el respaldar cruzando mis brazos en mi pecho. Y la miraba fijamente y pues eso la hizo empezar a hablar.
—Mira hijo ya eres un adulto y vas a hacer padre. Te responderé todas tus preguntas, pero primero quiero saber algo. — yo solo asiento.
—¿Porque renunciaste a tu hija cual fue tu mayor impulso a hacerlo? — me removí en mi silla viendo a todos lados no sabía si decirle la verdad o inventarle algo, pero sé que para que ella sea sincera tengo que ser sincero.
—Pensé que mi padre podría causarle algún daño a Patricia o a la beba una vez que se enterara. Estaba equivocado porque ahora cree que es la mujer perfecta para
