Después del enfrentamiento con Wilson, la tensión en el aire comenzó a disiparse poco a poco. Celeste se frotaba la mano adolorida, buscando alivio al dolor mientras su furia aún bullía en su interior. —¡Maldito! —exclamó, expresando su frustración hacia Wilson. Preocupada por su amiga, Celeste se acercó rápidamente para consolarla. —¿Hermanita, estás bien? —preguntó con cariño. Mónica asintió, intentando tranquilizar a Celeste. —Sí, estoy bien. Es solo un tonto —respondió Mónica, tratando de restar importancia al incidente. Thomoe, percibiendo la incomodidad en la atmósfera, se aproximó para asegurarse de que estuvieran bien. —¿Están bien? —preguntó con tono preocupado. Celeste y Mónica confirmaron que estaban bien, aunque Celeste admitió que le dolía la mano. Dan, tratando de al