Dan continúa con su juego seductor, llevando a Mónica a su cama con cuidado mientras ella se deja llevar por la excitación y la incertidumbre. —¿Qué vas a hacerme? —pregunta Mónica con nerviosismo. Dan, con una sonrisa pícara en los labios, acaricia suavemente el rostro de Mónica y le susurra al oído: —Te voy a hacer sentir cosas que nunca antes has experimentado. Mónica se estremece ante sus palabras, sintiendo una mezcla de emoción y deseo recorrer todo su cuerpo. Cierra los ojos, entregándose completamente a la experiencia que está por venir. Dan, con manos expertas, comienza a explorar cada centímetro de la piel de Mónica, despertando sensaciones nuevas y excitantes en ella. Sus caricias son suaves pero firmes, despertando un fuego ardiente en el interior de Mónica. Con cada bes