Capitulo 28

1188 Words
Capitulo 28. La cita en el juzgado era para enero, tenía todo lo que me quedaba de mes para pensar como accionar,me estaba cambiando de casa, el nuevo departamento era genial y muy cómodo, sin duda alguna los niños se sentían bien en este lugar, y le quedaba a Sharon más cerca de la parada de los autobuses. Alejandro llegaría mañana así que estaba poniendo todo en orden para que viera que la situación estaba controlada, aún no sabía si vendría con su chica y eso era algo que me tenía preocupada, no porque tuviera celos, si no porque no sabía como se completarían los niños con una nueva persona. -Darien no le pegues a tu hermano- le digo al pequeño y me agachó para estar a su altura y separarlo de su hermano- no sé pega, pegar es malo. -Señorita Alyn ya me voy- me informa Sharon y asiento- nos vemos el lunes. -Nos vemos el lunes Sharon, cuidate- le doy un pequeño abrazote y dejo que se vaya. Los niños lloran cuando Sharon se va causando que rueda los ojos, ellos siguen en su juego mienstras yo continuo dando los últimos toques, me gustaba que estuvieran más grande, antes cuando llegaba de trabajar ya estaban dormidos y se paraba en la madrugada pero estaba segura que no sabien quien era yo. En cambio ahora están más activos y cuando llegó todavía les queda energía para verlos jugar, amaba a mis hijos, era un amor que nunca antes había experimentado, daría todo lo que tengo incluyendo mi vida por ellos. -Vamos a arreglarlos para dormir- le digo aunque se que no obtendre repuesta alguna. Los limpio con la toallitas les pongo sus pijamas, ellos saltan a mi pecho cuando saben que están listos y yo me dejó ordeñar por ellos, ya Sharon antes de irse le había dado el biberón así que hambre no tienen, pero aún así les encanta estar pegados a mis senos. Les cantó una canción de cuna y ya pronto se quedan dormidos, acaricio sus mejillas sonrosadas y les sonrió, son simplemente maravillosos. Los acuesto a cada uno en su cuna y los veo un rato antes de apagar la luz e ir a la cocina a prepararme algo para comer, detestaba esto, no era la persona más agraciada en la cocina y vivir sola y tener que cocinarme me ponía de mal humor. Tome unas galletas y un jugo y me senté en el sofá mienstras encendía la televisión, había pasado como 30 minutos cuando sonó el timbre me pare y fui abrir porque de seguro era alguna vecina, eran un poco fastidiosas y siempre andaban preguntando por el padre de los niños, pero mi sorpresa fue encontrarme con Eryx, tenía puesta una ropa de deporte y en su mano solo llevaba su teléfono, me hizo a un lado y entro a la casa como si fuera el dueño causando que chillara -Quien te crees para entrar así?- le gritó y el se encoje de hombres. -El padre de las dos criaturas que se encuentran aquí. -Marchate- le digo molesta y el niega y se sienta en la sofá -Tenemos que hablar Alyn, debemos de solucionar esto- niego y tomo el teléfono para llamar a la policía. -Largate- Eryx, no puedes entrar a mi casa así. -Hablemos. Pero yo ya estoy marcando el número de emergencia, el al verme corre a quitarme el teléfono pero soy más rápida y huyo al cuarto de los niños en dónde cierro la puerta con seguro, Dios el empieza a a golpear la puerta y se escuchó el llanto de los niños, mierda. -Hola servicio de emergencia en qué podemos ayudarle? -Hola soy Alyn Davis- doy mi dirección y digo la situación dicen que la patrulla llegará en 5 minutos. -Abre esa maldita puerta Alyn- prefiero quedarme callada, tomo a los niños y me siento con los dos en brazos- Alyn no te comportes como una cría, sal. -Largate- Eryx, déjanos en paz- el se ríe y se escucha como de un golpe la puerta cede y el entra, mi instinto hace que le cubra la cara a mis niños aunque ellos estén muy inquietos. -No me iré hasta ver a mis hijos y hablar contigo. -No tenemos nada de que hablar Eryx es mejor que te vayas y no vuelvas más- el se ríe y se pasa las manos por la cabeza. -No sabes lo que dices, Alyn yo te sigo amando como la primera vez, eres la mujer de mi vida, tu y los bebés son todo lo que quiero- niego porque ya no volvería a caer en sus faldas palabras, porque estaba cansada de él y sus mentiras. - Lárgate Eryx, no es la primera vez que lo harías, no nos haces falta - el niega y en ese momento de escucha como los policías entran al departamento. -Que hiciste?- me recrimina y niego -Lo mejor para mis hijos. Los policías se llevan a Eryx esposado mienstras yo explico que fue lo que pasó, el no deje de decir que son sus hijos y por lo tanto tiene derecho, yo explico mi versión de los hechos y cuento como su mujer entro al apartamento de mis padres en Nueva York y amenazó a los niños y a mi, la mujer policía anota todo, lo cuento que si efectivamente biológicamente es su padre, pero legalmente no, ya que no se preocupo en todo el embarazo y no estuvo ni el nacimiento ni en los primeros meses de los niños, la policía me dice que me harán llegar una copia del informe para que lo lleve al juzgado, ya que eso me ayudaría a que la ley este a mi favor. Esa noche no puedo dormir y prefiero acostar a los niños en mi cama y cuidarlos toda la noche, para cuando amanece estoy tan cansada sin ganas de nada, solo deseo irme lejos y que Eryx no pueda encontrarnos nunca más. Muchos dirían que soy egoísta que Eryx merece estar con sus hijos que no soy quien para quitarle ese privilegio a mis hijos y a él, pero que harían en mi lugar? El me engaño, me utilizo se casó con mi mejor amiga, la cual está loca, la cual me amenazo a mi y a los niños, mis hijos al lado de él y de su esposa corrían peligro, yo corría peligro. Mi deber como amdre era protegerlos, no podía dejar que se fueran con el cuando sabía que su vida podría estar en riesgo. Veo la hora y se que en pocas horas Alejandro estaría aquí, se daría cuenta de todo este desastre y tendría un motivo más para querer acabar con Eryx, es que yo también tenía otra razón para sacarlo de mi corazón, no estaba para nada preocupada por lo que le pasaría en la estación de policías porque con el dinero que tenía podía pagar su fianza y salir rápido y buscar al mejor abogado del mundo y contra demandar a la estación. Estaba preocupada por mis hijos y su estabilidad, quería que todo esté infierno de acabará ya.
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