Había mucha gente en la recepción, Rogelio se había perdido de vista porque ya se acercaba la hora de la ceremonia, el juez ya había llegado puntualmente junto con su secretaria y ya los invitados estaban cada uno en sus puestos nada más a la espera de la entrada triunfal de la novia. Guillermo y Rogelio no se habían encontrado aún frente a frente, era casi imposible en ese momento por la cantidad de invitados que había además del personal contratado de la agencia de festejos que estaba laborando en ese momento. Sin mencionar a los guardaespaldas de Rogelio que eran unos cuantos y que estaban vigilando en cada punto del enorme jardín, todo estaba divinamente preparado, la mesa donde iba a ser realizada la ceremonia estaba decorada con flores naturales y muy exóticas que había mandado a bu