18. FRENTE A MÍ

1492 Words
MAXIMILIANO Al fin en casa, viajar ha sido increíble, pero necesito descansar un poco. No pensé que llegar a los 31 significaría dolores de espalda y más cansancio. Mi departamento es hermoso, disfruto la vista recordando el largo camino que recorrí desde mi suite de un ambiente con muebles de segunda, hasta aquí, el gran ventanal mostrando la ciudad. Paso los siguientes meses organizando mi nuevo proyecto, quiero devolver un poco de lo que recibí, dándole la oportunidad a nuevos artistas de mostrar su trabajo y cumplir sus sueños como lo hice yo. Estoy concentrado estudiando los planos junto con mi equipo y la diseñadora de interiores, que por cierto está buenísima, cuando mi celular vibra. Pongo mala cara porque odio lo invasivo de la tecnología, dándole el poder a otros de interrumpir, hasta que veo el nombre en la pantalla y sonrío. - Ma Jolie, ¿me extrañabas? – le hago un gesto al personal de que hagamos una pausa y camino a otro lado, la diseñadora pone mala cara, pero vamos, Gertrudis siempre tendrá prioridad en mi vida. - ¡Noticias! – alejo el teléfono porque casi me revienta el oído, sigue siendo una loca. - ¿Quieres dejarme sordo? – me molesto. - No te pongas de mal humor, vas a emocionarte cuando escuches lo que debo contarte. Tengo una buena, una mala y otra excelente noticia. - ¿Al fin te consiguieron cupo en el manicomio? - No, pero seguimos buscando – reímos – soy la nueva socia. - ¡Bien! Felicidades, lo mereces más que nadie, sé cuánto te has esforzado. Nuestras últimas vacaciones se han cancelado gracias a tu trabajo, te lo recuerdo – me molesta no verla como hubiera deseado por su agencia. - No empieces. - Ok, ¿la mala? - Pierce terminó conmigo – bien, son dos buenas noticias para mí, el tipo era insufrible. Muy guapo debo admitir, parecía el favorito de Dios, hasta que abría la boca. Aburrido, soso, se reía como un burro rebuznando. ¿Han oído de gente que te enamora a primera vista? Bueno, a él se lo odiaba a primera vista, después de 2 minutos de escucharlo querías golpearlo, no sabías por qué, pero querías hacerlo. - ¿Qué le hiciste? – Helena es grandiosa, pero en el amor, bueno, Mar la describe como alguien con la sutileza de un león hambriento en medio de gacelas. - Me olvidé de él. - ¿Te olvidaste? - Tenía una campaña súper importante para lograr el ascenso, yo solo le dije ya te llamo y lo llamé después de un tiempito largo. - ¿Un tiempito largo? - Dos… - ¿Tardaste dos días? No es para tanto. - Dos semanas. - Auch – no puedo evitar sonreír. - En las que fue su cumpleaños. - Oh. - Y nuestro aniversario. - Debe odiarte, yo lo haría. - Lo sé, soy una perra sin corazón como dijo Mar. No es mi culpa, te lo juro, solo me olvidé. ¿Por qué siempre me olvido? - Ya no importa, mejor dime la excelente – no vale la pena perder el tiempo viendo en qué falló, la vida es avanzar. - Regreso al país. Como socia estaré encargada de la agencia de allá – me quedo en silencio – tierra llamando a Max, pensé te emocionarías. - Eso es genial – intento verme calmado – tu papá estará feliz. ¿Tú estás feliz? - ¡Por supuesto! ah, y necesitaré un departamento. - No te preocupes, yo me encargo. - Eres un hombre ocupado, no puedo pedirte eso. - Lo hará mi asistente, además necesito más tiempo con la diseñadora de interiores. - Nunca cambias – voltea los ojos. - Jamás. - Nos vemos en 1 mes – cuelgo, mi día ha mejorado, mi mes ha mejorado, mi vida ha mejorado. HELENA Pasa el mes más largo de todos, otro cambio enorme en mi mundo. Decidir qué llevar, qué vender, qué donar. Por suerte la asistente de Max se ocupó de ayudarme a ver los temas de vivienda porque no he tenido tiempo de nada. Camino por el aeropuerto a paso firme, reconociendo el rostro amigable de mi mejor amigo, luce feliz, bueno, el rostro feliz de él que es solo su rostro serio un poco menos intimidante y con una sonrisa que grita asesino serial. Me alza en brazos, me sostiene fuerte, estoy en casa. Mis papás no han podido venir por mí, tenían temas pendientes que después me contarían dijo mi madre, papá estaba triste, pero ya sé cómo funciona mi familia, mi hermana ni siquiera contestó en el chat grupal de los cuatro. Llegamos al que será mi nuevo edificio, último piso, vista enorme, qué buen trabajo el de la asistente de Max. Camino viendo cada rincón, ya está todo listo pues elegí cada cosa con la diseñadora de interiores gracias a la bendita tecnología, tendré que darle solo unos toques para que sea totalmente mi estilo. Max me pide vayamos a conocer su casa antes de desempacar, no quiero, estoy cansada, pero insiste, me arrastra casi para llevarme afuera. Pronto noto por qué el interés, es el departamento del frente. - Y este es mi departamento – dice triunfante. - ¿Siempre vas a estar frente a mí? - Si quieres que esté sobre ti, o debajo ti, tú solo dímelo –coquetea, yo me río, no quiero me note nerviosa. - No eres mi tipo. - No decías eso en Europa. - Pero ya regresé a horario local, acá dejas de ser mi tipo. - Soy el tipo de todas – luce arrogante. - Por eso mismo no me gustas – le saco la lengua, ocasionándole una carcajada. - Voy a necesitar tu ayuda ahora que regresaste. - Ay no, no de nuevo Max, no puedes ponerme de excusa con las chicas obsesivas. - No es mi culpa, desde que tengo dinero muchas quieren el cuento de hadas conmigo – luce ofendido - yo les digo solo sexo. Tú me conoces, yo no miento, jamás mentiría para llevar una mujer a la cama, soy promiscuo mas no cruel. - Es un punto a tu favor, la única razón por la cual soporto tu lado obsceno. - Gracias – agradece complacido. - Te dije obsceno. - Para mí es un cumplido. Bastan solo unos días para volver a ser los mismos de siempre, regresan nuestros desayunos juntos, cenas preparadas por Max y salidas a todos los sitios que llaman nuestra atención. La parte incómoda es el desfile de mujeres que pasan por su departamento, había olvidado lo mujeriego que es. Pasan dos meses en los que solo nos separamos cuando fui a visitar a mis papás y no fue mucho tiempo porque fue a recogerme en su moto, como en los viejos tiempos, ante la mala cara de mi mamá al considerarlo un pobretón, porque según los artistas a más de fama no ganan dinero. Evité a toda costa encontrarme con alguien más, pues en este tiempo me alejé de Bruno, Camila y todo el drama, solo que el destino tiene otros planes. - Hola mamá – contesto mi teléfono con poca ánimo, ella nunca llama para algo bueno. - Hija, grandes noticias. - ¿Qué pasó? - Tania se comprometió con Diego. - ¿No le pidió matrimonio hace un par de años ya? - Sí, pero ya pusieron fecha – no me extraña, ya sabía la presión que mi hermana y ella estaban ejerciendo por eso. Lo presionaron para que se lo proponga, porque una relación de años sin anillo de por medio, qué horror. Ahora buscaban la fecha - Vaya, qué bueno. - Podrías alegrarte un poquito más – no entiendo por qué, mi hermana y yo nunca hablamos, somos como dos extrañas. Faltó hasta a mi graduación, aunque viajaron todos a Francia, ella decidió ir de compras ese día. - Es en dos semanas, hay mucho por hacer. - ¿Tan pronto? - Han surgido ciertos temas, tú sabes, él se muere por ella. No aguantaba ni un segundo más lejos, solo que tu hermana tan juiciosa por ayudar a tu papá no ponía fecha – sí claro, va a la oficina a las 11 de la mañana, tiene 2 horas de almuerzo y luego se va a las 3 de la tarde, claro que es juiciosa. Diego en cambio es la mano derecha de mi papá, siento no seguiría con ella si no se llevara tan bien con mi padre – ahora, necesito que no nos hagas quedar mal. - ¿Qué? - No puedes ir sin pareja, imagina la vergüenza de que la hermana mayor sea una solterona, no podemos permitir el día de tu hermana se arruine así – todos hablan del dolor de que te rompa el corazón el amor de tu vida, nadie habla del dolor cuando te lo rompe la persona que te dio la vida.
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