19. POR FAVOR

1410 Words
HELENA - Vaya – trato de que no note que me dolieron sus palabras – lamento arruinar tu imagen de familia perfecta. - No empieces con tus dramas Helena, todo lo que digo es por tu bien – mentira – todo en lo que pienso es en tu felicidad – doble mentira. - Bueno, ¿qué quieres entonces? - Faltan dos semanas, he pensado en que conozcas a los hijos de mis amigas. Quizás puedes salir con Leonidas Freire, es viudo. - ¡Tiene 68 años! - Un caballero con experiencia, o podría hacer una cita con Sergio Montes. - ¡Es un patán! Habla en cada reunión sobre lo mal que va el mundo gracias a que a las mujeres se las dejó salir de la cocina. - Son creencias tradicionales, si tuvieras alguna de ellas no estarías soltera. - Sabes qué, no necesito tus servicios de casamentera, tengo con quien ir. - ¿El artista pobretón ese que te acompaña a todos lados? Puede ser tu mejor amigo y todo lo que quieras, pero no es de nuestro nivel para que lo lleves a un día tan especial. - ¡No hables así de él! - Ya debes sentar cabeza, ¡pensar en tu futuro! alejarte de esas malas influencias. Los óvulos tienen fecha de vencimiento, rodeándote de fracasados no llegarás lejos. - ¡No te permito que hables así de él! - ¡Yo puedo hablar como me dé la gana! total no es nada mío. - ¡¡¡Pues es mi novio!!! así que estará ahí conmigo y más te vale pongas buena cara – le cuelgo. Sonrío victoriosa imaginando su rostro molesto por la noticia cuando caigo en cuenta de algo. Le dije que Max es mi novio…. ¡LE DIJE QUE MAX ES MI NOVIO! Yo y mi gran bocota, solo hay una forma de salir de este problema y no creo funcione bien. MAXIMILIANO Han pasado dos meses de diversas emociones en mi vida, la llegada de Helena con toda la locura que eso implica, coincidió con una enorme sequía para mí. Porque no importa cuánto lo he intentado, mi “amigo” ha decidido dejar de ser un caballero y ya no ponerse de pie ante una dama. Estoy en mi sillón pensando en otra forma de resolverlo, porque han venido mujeres de todo tipo y nada, ninguna lo ha despertado. Me encuentro sumergido en mi análisis cuando alguien entra, no alguien, ella, la única que tiene llaves de mi lugar sagrado, mi casa. - Hola amigo – está muy sonriente y eso solo puede significar que nos metió en algún problema. - No importa lo que quieras, la respuesta es no – me volteo con el sillón. - Ni siquiera sabes lo que pediré, podría ser algo divertido – dice coqueta. - Escucho – vuelvo a voltearme regresándole la mirada coqueta y prestando atención. - Mi hermana se casa. - No – me volteo de nuevo. - Y necesito que vayas conmigo – se pone frente a mí. - No – intento dar la vuelta otra vez, pero me detiene. - Y que te hagas pasar por mi novio – suelta haciéndome ojitos, que usualmente me convencen de todo, pero esta vez no. - No, no, no. Además, tu mamá me odia. - Ese es un plus. - O sea sí – sonrío – pero no – vuelvo a ponerme serio. - Mira bien Max – me agarra del cuello de la camisa – no dejaré que mi mamá, mi hermana, las víboras de mi familia, el mismo Bruno y Camila me humillen por mi soltería. Eres mi mejor amigo, te he ayudado a despachar cuanta mujer ha entrado aquí, así que ahora me ayudas a mí – y es ahí cuando siento que alguien se despierta, trago saliva, me alejo y abrazo un cojín, no quiero lo note. - Ok, con violencia al parecer todo es posible. ¿Cuál es tu plan? - La boda es en dos semanas, como hermana mayor de la novia tengo que estar allá para “ayudar” – hace comillas con sus dedos – a que todo quede perfecto para la reina. Estaré trabajando remoto con mi oficina, tú estarás conmigo, nos quedaremos en un departamento propiedad de la constructora para que no tengas que soportar la mala cara de mi mamá a diario y al paso hacerla morir de coraje por estar en concubinato ante la mirada de medio pueblo. Tendrás que actuar como un novio devoto, caballero, considerado y loco por mí hasta que podamos regresar acá, en unos meses diré que terminamos, van a burlarse, pero ya no tendré que aguantarlos. - Estás loca. - No me importa, no quiero que esos días busquen emparejarme con un tipo de 68 años o con un misógino. Solo quiero que si van a hablar de mí sea por la envidia de ver lo increíble que me veo y no desde la burla o la lastima – sus ojos están llorosos, lo que sea que le dijeron la ha lastimado, su madre siempre encuentra cómo hacerlo, es por eso que me cae mal, el que busque insultarme no me importa. - Ok, me parece bien. - Gracias – balbucea triste, le extiendo mis brazos para consolarla y empieza a llorar. - Está bien, es un trato – la aparto un poco para verla a los ojos – necesitaremos un plan. - Claro – se seca las lágrimas y vuelve a ser la mujer fuerte y divertida que conozco - ¿por dónde empezamos? Mi mamá no me creyó, así que no sé si los demás lo harán. - Bien – la aparto de un empujón y empiezo a caminar para concentrarme, ella me sigue - necesitamos que sea creíble, sutil, pero claro, que la gente sienta que alguien como tú puede amarrar a alguien como yo – volteo a verla y la señalo. - Oye – se pone indignada. - Y – aclaro mi garganta – que alguien como yo es capaz de conquistar a alguien como tú – nos señalo. - Mejor – sonríe - no sé cómo lo lograremos, todos saben somos grandes amigos. - ¿La gente en tu ciudad va de fiesta? - Obvio, tampoco viven en medio de la nada. - Bueno, ¿qué tan sexi puedes ser? - Por ti bebé, todo lo que quieras – me guiña un ojo. - Bien, vamos por buen camino nena – le devuelvo el guiño. Al día siguiente emprendemos el viaje a la tierra de las víboras, usamos el auto más costoso que tengo porque necesito empezar a imponer mi nueva categoría. No me importa que me sigan creyendo un artista que se muere de hambre y usa su vieja motocicleta, pero estos días ella necesita que yo sea el hombre que merece, así sea como una imagen arrogante, ya basta que la vean por debajo del hombro. Pido a mi asistente lleven mi moto más costosa en un par de días, hay que mantener esa imagen de hombre indomable al que ella le pudo sacar su lado bueno. Si quiere que sea el personaje más cliché de todos, lo seré. Llegamos al departamento que nos asignaron, es pequeño, pero muy acogedor, con una sola habitación, lo cual ahora me incomoda. Nos arreglamos para iniciar con el plan. Todos los “jóvenes” (o sea, todos somos mayores de 30 ya) están en una discoteca celebrando la despedida de solteros de los novios, perdedores, lo hacen en conjunto por la buena imagen. Helena sale con un vestido corto de seda n***o, tacones altos a juego, su cabello suelto y maquillaje que le da a sus ojos una forma felina que me encanta. Está hermosa, vaya que los años le sientan bien. La tomo de la mano y llegamos al lugar donde no fuimos invitados, pero tampoco nos dijeron que no vayamos. Ella baila para mí tal como lo planificamos, yo enciendo un cigarrillo, en parte por la imagen que debo dar, en parte por los nervios que tengo de tenerla así, hacemos un show tan sexi que todas las miradas son para nosotros. Bruno es el que más nos mira, su rostro congelado con mirada asesina, disfruto hacerle eso al idiota que pensaba siempre la tendría a su merced y que ella nunca descubriría lo grandiosa que es. Salimos de ahí seguros de nuestro plan, porque nada puede salir mal.
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