16. ¿QUÉ PASÓ?

1231 Words
MAXIMILIANO Llegamos a un club en lo alto de un edificio, se puede ver la ciudad mientras la música suena. Mar le da un par de shot a Helena y me presenta a la gran Lena, la mejor versión de ella, porque solo su mejor amiga sabe cómo sacarla. Bailamos toda la noche, siendo yo la envidia del lugar con dos mujeres hermosas junto a mí. Confieso que amo esta versión de mi Gertrudis, se ve tan feliz, tan libre, oficialmente tengo una nueva amiga, porque si Mar logra esto, la quiero cerca, debe enseñarme cómo hacerlo. Se sube a una tarima que tiene un tubo de pole y participa en un duelo de baile, ganando no solo aplausos sino una botella, la cual se bebe ella sola en su mayoría. Estamos ebrios, alegres y emprendemos el regreso a casa donde termino acostado con ambas, de una forma poco convencional. HELENA Me despierto en el sillón de la sala con un enorme dolor de cabeza, es la última vez que bebo tanto, siento me arrancan la vida, necesito una pastilla o moriré. Camino a la habitación de Mar en busca de ayuda y la escena con la que me encuentro es de no creer, ella y Max están abrazados en su cama, él sin camisa. Mi mente se nubla, no sé qué hacer, agarro una de las almohadas del piso y se las lanzo, será infantil, pero esto es una traición. - ¿Qué pasó? – pregunta Max despertando gruñón. Lanza la almohada lejos y suelta a Mar. - No sé – se queja ella estirando los brazos, ambos se incorporan sentándose y viéndome con cara de mal genio. - ¿Por qué nos despiertas así loca? – él se frota los ojos. - Yo soy la que debe hacer las preguntas aquí – estoy molesta, me traicionan y encima se ponen así – entro y los encuentro aquí, abrazados después de hacer quién sabe qué, conmigo cerca – ambos se ríen mientras bostezan. - Déjame ver, ¿por qué estoy sin camisa junto a Mar en su cama? – coloca la mano en su barbilla – ya recordé, ¡POR TI! – me mira y se pone serio. - Ahora dirás que yo te mandé a acostarte con ella – llevo mis manos a mi cintura, parezco una madre regañando adolescentes. - ¿Enserio no recuerdas nada de lo que pasó anoche? – mi amiga se pone seria también. - No… - empiezo a titubear - ¿debería? - Déjame ver – Max vuelve a mirarme, yo solo pienso que por favor no sea que hice un trío, sería demasiado raro meter a Mar en este enredo – bebiste tanto que me tocó traerte cargando, no conforme con eso vomitaste sobre mis zapatos favoritos. - Llegamos aquí e intentaste hacer pole dance con una de mis lámparas, la cual rompiste – mi mejor amiga lo apoya. - Luego te subiste a la mesa a dar un show de twerking, diciendo que te lancemos billetes o no bajarías. - ¿Bailé bien al menos? - Sí, muy bien. Hasta que bajaste… A LLORAR porque según tú, Max y yo somos almas gemelas que vamos a casarnos, tener hijos, un perro y olvidarnos de ti, dejándote en un asilo internada a morir sola. - Así que como despedida de nuestra amistad nos obligaste a dormir los 3 en esta cama, contigo en la mitad. Te secaste todo el llanto y los mocos en mi camisa nueva, usándola como pañuelo, pidiéndome te la regale como recuerdo de tu juventud perdida – ahora él tiene cara de fastidio. - Y te la dio para que por favor nos dejes dormir porque ya estaba amaneciendo y toca viajar – se suma al fastidio ella. - Llegando a este momento donde nos despertaste de un almohadazo – ambos me miran con cara de querer golpearme. Ok, estoy avergonzada. - O sea, cualquiera pensaría mal, ¿no? – volteo los ojos mirándolos con vergüenza – pero hablando se entiende la gente, quienes somos para juzgar. - Vete al diablo - suelta Mar, volviéndose a acostar, tapando su rostro con sus cobijas. - Mejor ven y déjanos dormir un par de horas más – Max avanza hasta mí, me sube a su hombro y me lanza a la mitad de la cama, se pone a mi lado, abrazándome. Mar hace lo mismo del otro lado. - Por un momento pensé tuvimos un trío – susurro. - Lo propusiste – balbucea Mar. - Yo acepté, pero Mar no –responde Max más dormido que despierto. - ¿Que tú qué? – grito. - Shhhh, solo duérmete – me abraza él – después hablamos de tu fantasía s****l con los dos. - Sí, eso es creepy – responde la otra. Y así me dormí abrazada de dos de mis personas favoritas en el mundo, en circunstancias algo distintas, pero sintiéndome querida. Nos despertamos al fin a una hora decente, Mar los fines de semana va al viñedo de su padre, pues está tomando las riendas de los negocios de la familia y él dirige todo desde allá. Subimos a su convertible del año y partimos. En el camino ponemos música, cantándo a todo pulmón, feo, pero con sentimiento, ante la cara de fastidio de Max, que a ratos sonríe y se une al karaoke improvisado, aunque lo niega. No va con su imagen de chico rudo supongo. Al llegar noto que mi mejor amiga realmente tiene dinero, yo sabía que tenía mucho, solo no pensé era tanto. ¿Hay un helicóptero? Por Dios, nunca debo pelearme con Mar. El señor López y su esposa nos dan la bienvenida emocionados, están felices de al fin verme y Max extrañamente les cae bien, debe ser porque es la versión femenina de su hija/hijastra. Nos dan un recorrido por el lugar, es enorme, hermoso, un paraíso. Max fotografía todo lo que ve y con Mar quedan en armar una sesión de fotos muy artística, en algún momento hablan de desnudos, por Dios, junte a un par de pervertidos. Finalizando el recorrido nos muestran las habitaciones, Mar pide dormir conmigo y Max por un segundo luce… decepcionado (?) imposible, él no es de ese tipo. Terminada la cena los señores López suben a descansar y nosotros pasamos a un balcón a aprovechar las botellas de vino disponibles. - Ya lo verán – dice Mar decidida – seré la CEO más joven y hermosa de todas, haré de este un imperio, para que papá pueda retirarse a disfrutar su vida. - Yo seré el mejor fotógrafo que conozcan – Max mira al cielo, sus ojos brillan con emoción – no solo seré famoso, voy a ser rico. Le daré a mi mamá una casa como esta, la haré feliz… y a ti – me señala - te llevaré de viaje por el mundo – suspira sonriente. - Yo me uno al viaje – Mar brinda. - Siempre bienvenida, para que saques a Lena – chocan copas. - No me descolen – junto mi copa – seré la mejor directora de marketing, haré campañas importantísimas, trabajaré con ambos y le daré en la boca a mi mamá y su familia. Mi papá estará orgulloso. Brindamos así por los sueños, por la vida, al final nos quedamos dormidos nuevamente los tres. Yo en un sánduche de amor.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD