15. AQUÍ ESTAMOS

1227 Words
MAXIMILIANO Hay cosas que nunca entenderé en la vida, como el por qué mi madre se enamoró de mi padre, el por qué mi padre no valoró a mi madre, y por qué amo dormir abrazado de Helena sin que haya algo s****l de por medio. Claro que siento ganas de hacerle otras cosas, pero al final siento más ganas de protegerla, especialmente de mí porque ya me conozco. Así nos encuentra el día, conmigo abrazando su cintura y mi mirada contemplando la vista de la ventana. Suspiro y ella se mueve. - Buenos días – escucho su voz, al fin despertó, lo cual agradezco porque quiero moverme hace como 1 hora, pero no quería interrumpir su sueño. Había olvidado lo dormilona que es. - Bonjour ma petite – desde anoche el francés es mi segundo idioma – ¿te desperté? - No, bueno sí, pero no. - ¿Ah? – no le entiendo. - Es que… tu amigo está moviéndose – qué vergüenza, ¿acaso algún día tendré control sobre él? La suelto y me levanto de la cama. - Lo siento, él… tiene vida propia – trato de lucir coqueto, cool, no puedo verme nervioso. - Me han dicho eso – se ríe con fuerza, volteándose y dejando que vea su rostro ruborizado – es que él es un caballero, tú sabes, se levanta ante una dama por educación – reímos - debemos alistarnos, tenemos 3 días para que te enamores de esta ciudad y luego, a conocer cuanto país alcancemos. - ¿Cuál es el itinerario? - No hay plan – sonríe. - ¿No hay plan? – me extraña que no analice a detalle cada cosa, ¿dónde está mi maniática del control? - No hay plan – niega con la cabeza – vamos a conocer todo al azar. Luego vamos a viajar de noche en tren para descansar y así aprovechar cada día, tenemos que llevar solo lo suficiente que alcance en nuestras mochilas. Lo único que quiero es ver a Mar antes de volver. - ¿Quién eres tú extraterrestre? ¿qué hiciste con mi amiga la intensa? - Siempre quise hacer un viaje así, pero tenía mucho miedo de que algo malo me pase. Contigo, no tengo miedo, sé que vas a cuidarme – mi corazón salta, la gente no suele confiar en mí, ya saben, infancia difícil, madre soltera que no pasaba por trabajar para mantenerme, chico callado, frío, sin amigos. Soy a los que nadie le apuesta. - Te daré el viaje más increíble de la vida. Decir que estos días son mágicos es quedarme corto de palabras, no puedo creer el momento que estoy viviendo. Hemos recorrido toda la ciudad, entrando a museos, probando todo tipo de comida, fotografiando cada espacio a detalle, no como cualquier turista, nosotros, somos artistas. Todos los días filma una especie de vlog, para que mi madre vea el lugar. Cada lugar es una aventura, una loca y divertida aventura. Corriendo por estaciones para alcanzar el tren, durmiendo abrazados en sitios que otros considerarían incómodos, pero para nosotros son un súper plan, me encanta tenerla tan cerca, no me importa el lugar si duermo junto a ella. Bailamos bajo la lluvia, bueno, la veo bailar mientras le tomo mil fotos, paseamos en parques, museos, calles, junto a ríos, monumentos o balcones. Vamos de la mano o abrazados, con ella enterrando su cabeza en mi pecho para descansar mientras yo le beso la cabeza. Hasta que un día, frente a un montón de luces en medio de un parque la beso, no sé por qué lo hago, solo me nace, un beso corto, dulce, un beso de estoy feliz, porque sonrío en cuanto nos separamos y ella hace lo mismo. El sexo siempre fue una parte importante de mi vida, pero en estos momentos no es en lo que pienso, no quiero dañar esto, no quiero dañar la magia, no quiero perderla. Solo somos una pareja de amigos que disfruta tomarse de las manos, verse a los ojos sonriendo, darse pequeños besos en los labios y abrazarse hasta dormirse. Me lo repito buscando creérmelo. Todo es culpa de este país tan romántico, deben ponerle algo al agua. HELENA Ni siquiera sé cómo describir estos días, todo es confuso. Nuestras manos se toman, nuestros labios se tocan, pero él no busca nada más. Al principio esperé busque más pasión, pero no. Luego pensé que en las noches intentaría llegar más allá, pero no. Desde que conozco a Max es apasionado, seductor, no lo oculta, no entiendo por qué no despierto ese lado de él, supongo no le gusto de esa forma, solo está feliz porque vamos, este continente pone romántico a cualquiera, debe ser el aire, eso debe ser. - ¿Mañana veremos a tu amiga? - Sí, va a encantarte, es tu tipo – ¿por qué dije eso? Me ve extrañado. - Ah, y ¿cómo es mi tipo según tú? - luce intrigado. - Una mujer con cuerpo de modelo, ojos hermosos, rostro perfecto, ropa corta y escotada, liberal, que prefiere las relaciones de una noche, sexo rápido y adiós. - Vaya, sabes mucho de mí al parecer – si no lo conociera diría que está ofendido. - Por supuesto, eres mi mujeriego favorito – lo agarro de la barbilla para hacerlo reír, no lo logro. - Voy al baño – se va, ¿quizás le molestó eso? No creo, él no es así, siempre me ha dicho prefiere ese tipo de mujeres. No puedo volver a hacerme ilusiones, no puedo repetir lo de Bruno. MAXIMILIANO Dejo que el agua caiga sobre mi rostro, estoy enojado, estoy enojado conmigo, con ella, pero más conmigo. No puedo andar imaginando cosas que no son, es obvio que no soy su tipo. Soy un mujeriego, un jugador sin un futuro claro, alguien a quien no se toma enserio. Ella prefiere a los tipos como Bruno, que pueden ser idiotas, pero tienen la vida resuelta, con un buen apellido, contactos, una empresa que dirigir, dinero para darle una gran boda, una enorme casa, un futuro. Por qué carajos estoy pensando en eso, debo disfrutar el viaje, hasta que me toque volver a mi realidad. Llegamos muy temprano a Italia, el hogar de la famosa Mar, tomo la mano de Helena como siempre, pero al ver a su amiga a lo lejos la aleja, es obvio que no quiere nos vea así, es obvio que no le ha contado de cómo es nuestra relación. Ambas se abrazan tan efusivas que terminan en el piso al no soportar el peso de la otra, si hubiera lodo sería fantástico. Saludamos y me cae bien en automático, es muy extrovertida para mi gusto, pero Helena no mentía, es guapísima, parece una modelo, ojalá podamos hacer algunas fotos juntos, se lo ofrezco y luce emocionada. Parece una chica de revista, solo que siendo honesto, no es tan mi tipo. Por Dios, debo alejarme de mi loca, me está pegando sus malas costumbres de no tener buen gusto. Pasamos un gran día juntos, conversando, conociendo, muriéndonos de risa, Mar y yo somos tan parecidos que encontramos temas en común demasiado rápido, noto un pequeño brillo de celos en mi Gertrudis así que lo aprovecho, no hay nada como prestarle atención a su amiga, para que una mujer decida lanzarse por ti.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD