13. REENCUENTRO

1042 Words
MAXIMILIANO Estoy caminando por el aeropuerto a encontrarme con mi loca favorita, si alguien me hubiera dicho que terminaría cambiando tanto mi vida por culpa de ella, no lo creería. Tiene una energía única, yo la comparo con el fuego, que es capaz de arrasar con todo, pero también de dar calor, comida y luz. No podríamos vivir sin el fuego, por lo menos yo no. Con una multitud a su alrededor resalta, lleva un enorme letrero con mi nombre, baila en medio del lugar captando la atención de todos, tan ella. Camino de largo ignorándola, fingiendo me avergüenza, cubro mi rostro como si quisiera no me reconociera, hasta que salta a mis brazos. La hago girar, me emociona volver a sentir uno de sus abrazos, esos que odiaba una vez, coloca sus pies en tierra firme sin soltarme, nos quedamos con nuestras frentes pegadas y una sonrisa de tontos. Ya imagino lo que la gente que nos ve debe pensar. - Mon chéri (mi querido) – susurra. - Ma Jolie (mi bonita). - Bienvenido a Francia señor – me suelta para hacerme una reverencia - soy Gertrudis, su guía de turismo, especializada en asuntos sin importancia dentro de la ciudad. - ¿Tú? La que vivió más de 2 años como mi vecina y se seguía perdiendo 4 cuadras más allá del edificio. - En este año he madurado, confía en mí – dice segura – vamos por acá. - Según el GPS es por el otro lado – se detiene a pensar. - Vamos por allá entonces – toma mi mano, su cartel y salimos caminando hasta el transporte mientras arrastro mi maleta. Vamos en el taxi tomados de las manos, con Helena señalando cada lugar con anécdotas que solo a ella le podrían pasar. Todo se ve increíble, como un sueño. Siempre imaginé conocer Europa, pero nuestra economía no lo permitía, se veía tan lejano, ahora estoy aquí y expondré mi trabajo, no puedo creerlo. Al fin llegamos a su departamento, es más pequeño y sencillo de lo que me imaginé, lejos de las comodidades que antes tenía, se nota. Tiene su toque eso sí, ella sabe cómo darle vida a todo. - Bienvenido a Francia… OTRA VEZ – hace otra reverencia bastante chueca señalándome el lugar. - Este será tu humilde hospedaje, ya que insististe en economizar todo lo posible para mochilear un poco en un Euro trip, pues te quedas aquí como mi mascota. - Me gusta – camino viendo sus cosas, en su refrigeradora hay muchas fotos nuestras, de su familia, de Mar – ok – la regreso a ver - ¿cuál es el plan? - Te dejaré para que te instales, descanses y yo iré a mi trabajo, tendrás el lugar para ti solo. Por favor, no metas a nadi, y si lo haces pon una toalla debajo para poder quemarla. - Jajaja ok. ¿Trabajarás toda la noche? - Me toca, porque nuestro viaje no se pagará solo – se la ve más madura, independiente, segura – te dejé suficiente comida en la nevera, un chip para tu celular con mi número de acá grabado y otros que puedes necesitar, además un mapa donde marqué esta dirección y la de mi trabajo. Mañana vamos a supervisar tu exposición – me abraza – afinaremos detalles de tu ropa y el sábado estaremos ahí para que te lances a la fama – baila emocionada. – Después tomaré vacaciones, seré tu guía en la ciudad y nos vamos de Euro trip ¡3 semanas! – intenta unirme al bailo, uno muy ridículo porque con ella nada puede ser serio. - Será el mejor viaje de la vida – la hago girar y terminamos en pose de tango, con su pierna levantada y mi mano sosteniéndola por el muslo. - Bueno – se suelta de mi agarre un poco agitada – yo me tengo que ir, au revoi (adiós) – sale corriendo en medio de mi risa. Creo que en esta época me he convertido en su tipo después de todo. HELENA Ok, no me esperaba eso, mi corazón saltando por Max. De verdad no es mi tipo, bueno, no lo era, lo juro, nunca le dije eso por hacerme la interesante, así me sentía, pero creo que ya no… bueno, no sé. Voy al trabajo y paso pensando en ese abrazo, hemos pasado mucho tiempo lejos, quizás es la emoción del momento, el que no he estado con nadie más en mucho tiempo, sí, debe ser eso. Cuando llegué acá estaba decidida a olvidar a Bruno, a los días conocí a un compañero de universidad, muy guapo, inteligente, amable, ¡PERFECTO! Salimos y tuvimos muy buena química, era tan fácil hablar con él, así que no fue raro que terminamos de novios, mi primer novio oficial. Subimos fotos, nos dedicamos canciones, estados, todo lo que puedan imaginar incluido el sexo, pero no sé, no se sentía natural. No me malinterpreten, no es que no lo quería, no es que no era bueno, no es que no era feliz, solo que era como comer algo sin sal. Es rico, pero le falta sabor, un sabor que necesitas para que sea delicioso. Él estaba de intercambio también y ya era su tiempo de regresar, así que cobarde como soy dejé el tiempo y el espacio hicieran lo suyo. Me sentí mal porque sé que solo empecé a ignorarlo para que sea él quien se aleje, Max y Mar me dijeron que eso sí fue de perra insensible, yo también lo pienso. Al pasar un tiempo le llamé a disculparme, agradeció el gesto, aunque de forma triste. Eso sí, me dijo con seguridad que lograría olvidarme, al menos como novia. Hace poco hablamos, llegó a su vida una hermosa chica que llamó su atención, estamos en proceso de conquistarla, porque soy parte de su grupo de amigos “los preciosos”, aconsejándolo. Es medio hipócrita de mi parte, la más loser en el amor dando consejos, pero uno por los amigos es capaz de todo, hasta de fingir que sabe de amor. Sacudo mi cabeza intentando concentrarme, ya llega la hora de mi salida y me estoy poniendo nerviosa de tener a Max en el mismo sitio.
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