9. PLACER CULPOSO

1107 Words
Llega el día del examen final, la graduación, Bruno pasa a recogerme y emprendemos nuestra aventura. Todo el camino escuchamos nuestras canciones favoritas, cantamos a todo pulmón y recordamos cada etapa de nuestra amistad, AMISTAD. Bueno, qué importa la palabra que use, desde hoy vamos una etapa más arriba. El lugar es hermoso, nuestra habitación es una suite de luna de miel. Está adornada con pétalos de flores, velas, hay champaña y una cama enorme, donde tengo mi primera vez con el primer hombre que he amado, no puedo sentirme más afortunada. Pasamos unos días increíbles, paseando, teniendo sexo, recorriendo el lugar, teniendo sexo, caminando de la mano por los atardeceres y teniendo sexo, toda una luna de miel. Una gran ansiedad me da al regresar a nuestra ciudad, como si mi cuento de hadas va a finalizar, solo que no, no pasa. Volvemos a lo que éramos, Bruno yendo a mi casa a desayunar, salidas al cine, picnics, para todos seguimos siendo los mejores amigos que éramos, solo nosotros sabemos que ya no más. Finalizan mis vacaciones y es él quien me lleva de regreso a la universidad, nos topamos con Max que me recibe con una media sonrisa, que es su sonrisa natural, Bruno se pone extrañamente serio, no le agrada mi amistad con él, me pide no lo tenga tan cerca, o lo reciba a solas en mi departamento para que no piense mal, decido no contarle cómo es nuestra relación cuando no está, porque somos inseparables entre semana, eliminando los derechos, eso sí. Las cosas van perfectas, esta vez al fin nuestra historia será como no hemos podido vivirla antes, libres y a los ojos del mundo. O eso creo, porque soy demasiado ingenua. MAXIMILIANO Me llamó emocionada al regresar de su viaje, me cuenta lo que pasó sin ahondar en lo íntimo, pero detallando el romance. Que si hubo flores, que si habían velas, que si la vista era hermosa, que si puso música, me aburre un poco, aunque me alegra haya tenido la primera vez que se merece, en eso le doy crédito al tipo. Durante las vacaciones recibo algunos de sus mensajes, ignoro la mayoría de sus llamadas, no por gusto propio, mi enfoque está en aprovechar cada día libre trabajando, necesitaré nuevos equipos para mis clases avanzadas y quiero mi mamá no se preocupe por eso. Al regresar al siguiente semestre nuestra dinámica sigue, al inicio veo al idiota seguido, llega puntual los viernes en las noches y se va los lunes muy temprano, es obvio por qué viene más y se queda más tiempo, mi amiga lo está haciendo genial, con un maestro como yo era obvio. Entre semana sigue nuestra dinámica, cocina, lavado, algunas veces quedarnos dormidos viendo una película, pero ya no más lecciones, ella está en una relación y aunque no creo mucho en respetar eso ella sí, es fiel, no me sorprenda, respeto que defienda sus creencias, aunque a veces se note me tiene tantas ganas como yo a ella. Es obvio por momentos que tenemos una gran química en diversos aspectos, siendo la más fuerte la parte s****l. Las semanas de nuestro trato comprobé es tan pervertida como yo, solo necesitaba un empujón para sacar a su Lena, ese alter ego que habla y hace todo lo que Helena no puede por el lugar donde se crió. Todo está bien hasta mediados de semestre. - ¿Qué pasó? – la topo en el pasillo, es fin de semana y está con los ojos hinchados sacando la basura. - Es que – rompe en llanto abrazándome. - Aish – ya sabía yo que el idiota no cambiaría, demasiado tiempo duró siendo bueno La llevo a mi departamento, está helada, con su cabello y ropa sucia, muy seguramente ni siquiera ha comido. Me siento en el sillón y la coloco sobre mi regazo, parece un animalito herido. - Ya, ya – acaricio su cabeza. - Guau – ladra – aún no eres bueno consolando gente. - Qué te diré, solo practico contigo y eres un perro al parecer – ríe y se abraza de mí. - Guau – ladra nuevamente. No sé cuanto tiempo pasamos así, la dejo llorar y mojar mi camiseta, no tengo a dónde ir por lo que le doy tiempo para desahogarse. - Volvió con ella, por eso estos días ya no me escribe tanto o ha venido. Subieron fotos juntos, ni siquiera me contó, solo dejó me entere como sea – ya lo dije, odio a los tipos como él. - Era de esperarse, conozco a los de su tipo. - Tú por lo menos eres un prostituto decente. - Oye – qué le pasa, la consuelo y me dice la palabra con p – no cobro, además soy honesto, no prometo, no miento. - Lo sé, ojalá todos fueran honesto como tú – sonrío, empieza a entenderme. - Todo estará bien. Pero tengo que decirte algo y espero no te ofendas. - ¿Qué? – me mira muy triste con sus ojos llorosos. - Necesitas bañarte, apestas un poquito y tu ropa ya casi camina. - Es que se dañó mi ducha y Bruno no ha venido, no quería que te pida ayuda y hoy quería pedirte ayuda, pero me ibas a regañar por confiar en él de nuevo – llora de nuevo. - Calma, calma – palmeo su cabeza. - Primero, no regaño, doy mi opinión de forma enérgica. Segundo, mañana temprano la arreglo, ok. Tercero, ven, vamos a bañarnos, te pones mi ropa, te preparo algo de comer y nos dormimos viendo una película, ya verás que nadie se muere de un corazón roto. Jamás me aprovecharía de una persona vulnerable, lo divertido del sexo, para mí, es provocar a la otra persona, volverla loca, seducir y que me seduzcan, así que no intento nada más con ella. Los días pasan y la ausencia del tipo es notoria, también el que Helena vaya de a poco volviendo a ser ella misma, hasta que un sábado lo veo temprano frente al edificio, le devuelvo el saludo y ya sé lo que se viene. "Helena, Helena, no aprendes la lección" me digo a mí mismo y sigo con mi vida, cada uno debe pegarse las veces que quiera con una roca hasta decidir que por ahí no es, mi mamá lo hizo, Helena lo debe hacer. Sigo con las chicas de una noche que consigo en el bar, con mis estudios y viendo el drama de mi mejor amiga, la que pasa de la risa al llanto gracias al más grande idiota que he conocido, después de mi padre.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD