6. REGRESO A CASA

1264 Words
HELENA Y aquí estoy, con una maleta en mano de regreso a mi hogar, “dulce” hogar. Pongo un pie en la casa cuando soy recibida por mi familia. - Mi reina está aquí, te ves tan grande, tan madura. - Papi, te extrañé tanto. ¿Por qué me visitas tan poco? - Ya sabes que no puedo dejar mucho tiempo la constructora. - Hija, volviste, y engordaste – recibo el primer piquete de víbora. - Hola mamá, gracias por notarlo. - No te preocupes, pediré te preparen todo muy fitness, vi una nueva dieta, en 2 semanas tendrás 10 libras menos. - Pero si solo aumenté 2. - ¿Sí? Parecen más – segundo piquete. - Debe ser por vestirse así de mal – mi dulce hermanita con el piquete número tres. - También me da alegría verte Tania. Sí, volví a mi hogar, yupi. Desempaco, me doy un baño y reviso mi celular. Ningún mensaje de Bruno, supongo es normal, tomando en cuenta que acá tiene a su novia, así que le será imposible escaparse. Escucho que entra una llamada. - ¡Mar! - ¡Hel! El viernes llego a nuestro infierno, ¿lista para dejar a mi Lena salir? - No sé, ya veremos. Es viernes, después de una semana aburrida estamos caminando por el centro comercial. Vemos a Bruno de la mano de su novia, se ven enamorados, él actúa como todo un caballero y la gente los saludan felices, noto lo bien que encajan aquí. Mi amiga siente mi tristeza, en parte porque me conoce, en parte porque me escondo casi dentro de un basurero Al día siguiente salimos a bailar, mis amigos me reciben abrazándome emocionados, los demás nos juzgan con la mirada de lejos, entre ellos Bruno y Camila, él nos sonríe amable, se acerca a saludarnos y finge que no nos hemos visto en mucho tiempo. Me duele, pero ¿saben qué? estoy con mi mejor amiga que no he visto en años, terminé un exitoso primer semestre como la mejor de mi clase y soy amiga del chico más sexi, el cual me pidió divertirme, así que voy a divertirme. Tanto me dicen que soy un show, pues ¡les daré un show! Me tomo un par de shot y Lena sale a la pista. Bailo con Mar como si no hubiera un mañana, notamos un tubo en una especie de escenario, mi mejor amiga me anima a demostrar lo que aprendí en clases de pole dance, salgo y lo doy todo. Nuestro grupo aplaude, Mar me filma y le envío el video a Max para que vea obedezco sus palabras, ojalá no interrumpa una de sus conquistas, él ya lo dijo: los amigos no interfieren cuando uno de ellos puede tener sexo. Regreso a mi casa al amanecer, con zapatos en manos y mi corazón feliz, quizás no tengo suerte en el amor, pero con los amigos, con esos tengo y mucha. Las siguientes semanas, salvo un día que mi familia estaba en un club y me quedé sola, así que vino a una sesión de besos y a decirme que decidió no irse de aquí, Bruno me ignora. Espero Max no se entere, pero lloro por momentos, me siento mal de ser tratada así, me siento mal por dejarlo tratarme así. Mar regresa a casa así que me quedé nuevamente sola, siendo invisible para todos, menos para mi padre. - Mi amor, hablé con María, la mamá de Max, al parecer él estará cerca, le dije que si podía llevarte de regreso porque tendremos un viaje y no estaremos. - Claro papá – no me sorprende, a mamá no le importo – le llamaré y le diré que pase por mí. Mis padres viajan temprano, así que armo maleta y quedo con Max en el centro de la ciudad, necesito pasar comprando provisiones antes de irme. Como va a demorar y muero de hambre, me siento en una cafetería al aire libre a comer algo, tanta es mi mala suerte que llegan Bruno, Camila y el grupito de amigas criticonas de ella. - Hola querida, qué placer encontrarte – Camila inicia la charla. - Sí, de lo bueno poco así que me toca regresar. - Estudia mucho, queremos verte graduada – él me sonríe sin soltar a su novia, es increíble cómo puede mantener las apariencias. - Claro que va a ESTUDIAR – ella remarca la palabra estudiar – todos vimos lo bien que aprendió a moverse en un tubo – el grupo entero ríe, Bruno luce avergonzado, espero me defienda, no lo hace. - Así nunca conseguirás un buen chico – Arianna sentencia con una sonrisa, veo por el rabillo de mi ojo que mi amigo está llegando, así que me lanzo a pelear. - ¿Quién te dijo que quiero un buen chico? quizás y me gustan más los malos – sonrío, llevando mi mirada sobre el guapísimo motociclista que está llamando la atención. Las chicas regresan a verlo, se quita el casco y sacude su cabello de una forma bastante sexi, lo admito, si no supiera lo ofrecido que es yo estaría igual que ellas. Las veo babeando cuando saca su celular de su chaqueta de cuero y lo lleva a su oreja, mi teléfono timbra, contesto. - Estoy a tu izquierda – le digo, frunce el ceño buscándome y me da una media sonrisa al encontrarme. Guarda su teléfono y camina hacia mí, no sé por qué, pero parece que avanza a cámara lenta, el infeliz sabe cómo llamar la atención, lo disfruta. - Compraste este para mí, ¿cierto? – me da un beso en la mejilla y muerde el medio sánduche que aún tengo en la mano. - No, me dejarás con hambre. - Tranquila, a 1 hora de aquí hay un restaurante buenísimo que quiero mostrarte, vas a amarlo, hay una pasta como la que probamos el otro día en ese lugar italiano, pero con un pastel de crema como el de la pastelería Francesa. - Ten – le meto el sánduche en la boca – me convenciste, ¿tienes mi casco? - En la moto, ah mi mamá te mandó una chaqueta como la mía para que no te dé frío. - La amo. - Y ella a ti. Ah, hola – dice percatándose de los demás sin quitarme la mirada de encima. - Hola – Bruno se ve serio – debo ir al baño – suelta la mano de su novia y se aleja visiblemente molesto. - Hola – lo saluda Camila de forma coqueta, aprovechando su libertad, no me sorprende - ¿me recuerdas? Creo que estuvimos en un campamento en la playa juntos – dice sonriéndoles a sus amigas – me coqueteaste – me lanza una mirada de superioridad levantando una ceja. - Debe ser, me encanta coquetear con chicas superficiales – la sonrisa de ella se borra y se ve enojada – pero nunca recuerdo sus nombres, solo me divierto, lo siento – le resta importancia, mientras yo casi me atoro evitando la risa, teniendo Max que palmearme la espalda. - ¿Nos vamos baby? – al fin mis palabras salen sin terminar en carcajadas. - Contigo al fin del mundo nena – sonríe, toma mi mano y se va sin despedirse, ignorando a las chicas que intentan sacarle más conversación, les hago de la mano mientras nos alejamos. - Olvidé mi botella de agua – digo entre dientes sin dejar de sonreír. - Hiciste una salida triunfal – responde también entre dientes mientras sonríe – no la arruines.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD