ADULTERIO

IIII 17 AÑOS ATRÁS, UN MATRIMONIO ARREGLADO Y UN PRIMER AMOR

Al despertarme recibí una llamada del hospital, me dijeron que mi nana se puso muy mal así que vine al hospital para verla y estar con ella.

Por fortuna Ashton no se opuso y accedió a que retrasáramos la dichosa luna de miel hasta que la salud de mi nana mejorara.

——UN MES DESPUÉS——

Todo este tiempo he estado saliendo y entrando del hospital, mi nana no mejora, casí no me han dejado verla y lo único que puedo hacer es rezar para que ella se salve, sin embargo entre más pasa el tiempo más pierdo las esperanzas.

Asthon a respetado mi sufrimiento y a mantenido la distancia, creo que sabe que su compañía en vez de consolarme solo me perturba.

Nos estamos quedando en el departamento de soltero que tenía antes de que nos casáramos y estamos durmiendo en habitaciones separadas. Su comprensión y empatía me sorprendió, sin embargo no he tenido ni siquiera cabeza para agradecérselo.

Justo en este momento estoy en la sala de espera del hospital, hace unos minutos nos avisaron que mi nana está convulsionando y algo me dice en mi corazón que este es el final.

Vincent e Irene están conmigo y ambos toman mi mano con firmeza tratando de darme apoyo.

Veo el médico que atendió a mi nana venir hacia nosotros, solo con ver la expresión de su rostro me basto para saber cuál es la notícia que trae.

Mis ojos se llenan de lágrimas mientras todo mi cuerpo empieza temblar, los recuerdos de mi infancia junto a mi nana vienen a mi mente profundizando el dolor dentro de mi. Siento que mi alma deja mi cuerpo, las lágrimas recorren mis mejillas mientras mis ojos permanecen abiertos sin emitir ni un solo parpadeo.

El médico dice unas palabras que ni siquiera logro escuchar, solo veo su boca moverse y en cuanto el termina de hablar Irene me abraza fuerte mientras que Vincent aprieta mi mano. Las lágrimas de Irene caen sobre mi hombro mientras siento que mi vida entera pasa frente a mis ojos dejándome atrás.

———Dos días después———

Estoy recostada al ataúd en dónde se encuentra el cuerpo de mi nana, mi llanto no tiene consuelo y todas las veces que me han dicho que ya es momento de llevarse el ataúd me e negado a separarme de el.

Estoy en la sala de la casa de mis padres, a mí alrededor están ellos, Ashton, Vincent, Irene, los hombres que se llevarán el ataúd al cementerio y todos los sirvientes de la casa, lo cuales le tenían mucho cariño a mi nana.

—Amber los señores llevan media hora esperando que te apartes del ataúd —expresa mi madre reprochándome.

Me aferró más al ataúd sin parar de sollozar, de repente mi padre me toma de cintura y me obliga a soltar el ataúd alejándome de el.

Veo a cuatro hombres levantar el ataúd para luego salir de la sala, logro zafarme del agarré de mi padre y sigo a los hombres hasta la puerta, mi cuerpo tiembla por completo y cuando llego a la puerta mis piernas colapsan. Caigo sobre mis rodillas envuelta en un mar de lágrimas, siento a alguien agacharse detrás de mí para luego tomarme con delicadeza del brazo.

—L-lo siento mucho Amber —expresa Asthon con suavidad.

Pero cuando escucho su voz y sé que es él quien me está tocando, inmediatamente me levanto y me alejo de él mientras lo miro con odio.

—¡En vez de decir lo siento deberías maldecir tu suerte porque por esa mujer que acaba de morir, fué que yo acepté casarme contigo! —exclamo con furia.

—¡AMBER CÁLLATE! —grita mi madre.

—¿Por qué? Porqué si solo estoy diciendo la verdad —digo con dolor y miro a Asthon con desprecio— ¡Tú nunca me compraste! Mis grandiosos padres me amenazaron con dejar de pagar el tratamiento de mi nana si no me casaba contigo y ahora que ella está muerta nada me puede obligar a permanecer casada contigo así que ¡QUIERO EL DIVORCIO! —exclamo con fuerza.

La expresión de Ashton es indecifrable y no sabría cómo describirla, parece estar en shock y parece sentir aturdido o conmocionado, pero la frialdad en sus ojos me confunde.

De repente siento que mi vista se nubla, pierdo las fuerzas en mis piernas y antes de caerme veo borrosamente a Asthon sostenerme y después todo se vuelve n***o.

Cuando despierto me doy cuenta que estoy en mi habitación, el médico que mis padres siempre llaman en caso de emergencias está sentado a un lado de mi quitando un tensiómetro de mi brazo, levanto la vista y veo a Asthon de pie al lado de nosotros.

—¡Hola Amber! Me alegro que hayas despertado —dice el doctor con una sonrisa.

—¿Q-qué me pasó? —pregunto confundida.

—Sufriste un desmayo, pero no es nada por lo que debas preocuparte —contesta.

—¿Cómo así doctor? Entonces si todo está bien, ¿Por qué se desmayó? —pregunta Asthon con seriedad.

El doctor Ruiz se levanta y nos sonríe a ambos.

—Es algo normal en su estado —expresa con misterio.

Frunce el ceño, —¿Cómo que en su estado? ¿A qué se refiere con eso? —pregunta confundido.

—Lo que quiero decir es que la señora Amber está embarazada —informa con una sonrisa.

Siento que mi mundo se detiene por varios segundos, mis ojos se llenan de lágrimas, que no sé si son de felicidad o solo por la impresión.

Miro a Asthon y su expresión es igual o más expresiva que la mía. Es la primera vez que veo tanta dicha en sus ojos y a pesar de que en sus labios no figura ninguna sonrisa, sus pupilas dilatadas resaltan los que siente en este momento.

—¿E-esta seguro? —titubea con emoción en su voz.

—Claro que sí, esa fue la causa del desmayo —contesta con convicción.

Una sonrisa se forma en los labios, rápidamente se acerca a mi y besa mis labios sin previo aviso. No le devuelvo el beso pero tampoco lo rechazo, aún sigo en shock y ni siquiera sé cómo reaccionar.

Ashton coloca su mano suavemente sobre abdomen y siento como mi piel se eriza por completo y cuando Asthon le da un tierno beso a mi abdomen, millones de corriente recorren mi cuerpo. Después de unos segundos Ashton sale con el doctor diciéndome que volverá enseguida.

Él sale y veo entrar a Irene a mi habitación dejando la puerta entreabierta. Ella se acerca a mi mirándome con preocupación mientras yo no dejo de mirarla aún sorprendida por la noticia.

—¿Qué te dijo el médico? ¡Ay por favor no me digas que es algo grave! —dice con preocupación.

Muevo mi cabeza de un lado al otro e intento contestarle pero las palabras no salen de mi boca.

—¡Amber me estás asustando! —exclama con angustia.

—Estoy embarazada —murmuro casi susurrando.

Irene me mira completamente sorprendida.

—¡No puede ser! ¿¡Y quién es el padre!? —pregunta sorprendida e inmediatamente la miro estupefacta.

—¿Q-qué quieres decir? —le pregunto titubeando.

—Amber no has pensado que ese bebé podría no ser de Ashton —expresa con preocupación.

De repente Ashton entra a la habitación abruptamente. La dicha que había en sus ojos se esfumó por completo y ahora hay una furia y un odio desmedido que la reemplaza.

Mueve un poco su cabeza hacia la puerta señalandole a Irene que salga, ella me mira angustiada esperando mi respuesta, yo asiento y ella sale de mi habitación.

Ashton cierra la puerta colocándole el seguro y cuando se voltea hacia mí veo una lágrima recorrer su mejilla izquierda.

—Así que ese bebé no es mio —susurra con desdén.

Mis ojos se llenan de lágrimas y a pesar de todo siento la necesidad y la desesperación por explicarle la situación a Ashton.

—Dejame explicarte por favor —expresé levantándome de la cama mientras las lágrimas recorren mis mejillas.

Antes de que pueda levantarme Ashton se apresura hacia mi y me toma con firmeza de los hombros mientras yo permanezco de rodillas sobre mi cama.

—¡No quiero tus explicaciones! porque todo en tí es una mentira, ahora entiendo que cometí un grave error al casarme contigo, cree una imagen de ti que no existe, no eres más que una zorra igual que tú madre —expresa entre dientes con furia— Dime ¿Cuando pasó? ¿¡Fue después de casarte conmigo!? O ¿¡Fue mientras estábamos comprometidos!? —pregunta casí gritando.

Me quedo callada sin saber como responder, aturdida completamente por las preguntas de Ashton.

—¡RESPÓNDEME! —grita con furia— Dime quien es el padre, ¡DÍMELO! —agrega mientras me sacude.

Bajo mi cabeza, —Por favor no me hagas daño —digo suavemente mientras mis lágrimas caen sobre mi cama.

Asthon deja de sacudir, levanta un poco mis hombros y echa un poco mi cuerpo hacia atrás, haciendo que mi cabeza se incline también hacia atrás obligándome a mirarlo.

—No te haré y tampoco le haré daño a ese bebé, tú castigo será quedarte conmigo el resto de tu vida conmigo, asegurándome de que jamás vuelvas con tu amante, te quedarás al lado de un hombre que odias y ambos viviremos con el tormento de no saber quién es el padre de ese bebé que llevas en el vientre, este matrimonio será tu ¡infierno! —expresa mirándome con odio para luego soltarme y salir de la habitación.

Las lágrimas recorren mis mejillas y llevo mi mano temblorosa hasta mi abdomen.

—No importa lo que digas Ashton, sé que yo no viviré atormentada por saber quién es el padre de mi hijo, porque algo dentro de mi me dice que tú y nadie más que tú es el padre de este ser que crece dentro mi —me digo a mi misma mientras me acuesto nuevamente en mi cama y poco a poco me voy quedando dormida con mis brazos protegiendo mi vientre.