6 Karin Es media mañana en Los Ángeles, y estoy sentada en el restaurante que me sugirió Adriel, removiendo la espuma en el fondo de mi taza de café con pereza mientras miro por la ventana. Es un lugar agradable con un estilo vintage de los años 50, un poco pequeño, y con un gran menú estoy más que lista para elegir algo, pero pensé que sería descortés hacerlo antes de que llegara Adriel. Durante casi treinta minutos he estado mirando al atractivo camarero (aunque no puede mantener una vela a la llama de la perfección de Darius) y viendo cómo la hora pico del desayuno se apaga mientras tomo mi café, trato de no pensar en lo que pasó anoche, aun que el dolor persistente todavía lo puedo sentir entre mis muslos. —¡Balu!— Oigo la llamada de Adriel, que me hace girar para verle entrar en e