CAPÍTULO 3 La gente puede cambiar

1700 Words
Mientras, Ana Paula ha hecho el mercado, preparó la comida y ahora busca entre sus documentos todo lo necesario para inscribirse en el nuevo semestre de Arquitectura, temiendo que no la reciban por el tiempo que ha pasado. Ya en las últimas horas de la tarde Rodolfo y Ana Julia se retiran temprano del trabajo y se dirigen al apartamento de ella, al entrar se desnudan de inmediato sin mediar palabras, como desesperados comienzan a besarse y se acuestan en el sofá de la sala para tener sexo Con el deseo desmedido, lo hacen varias veces hasta agotarse, luego se toman un trago y se quedan desnudos sobre el sofá, abrazados comienzan a hablar, ella le dice – Júrame que no volverás a ponerle una mano a mi hermana… ¡Júramelo! --, él responde de mala gana – Está bien… te lo juro – Ella insiste – Ahora dime porque te gusta tomarla a la fuerza si ella no te da lo que yo si te doy --, él responde besándola – Bueno es que tú eres un volcán insaciable que me hace desbordar en deseo… pero ella es toda ternura… que solo al olerla se me alborota panchito y no puedo contenerme --, ella se molesta y se levanta – Te das cuenta de lo que dices, entonces lárgate con tu panchito de aquí… pero estas con ella o estás conmigo… pero con las dos a la vez no --, se retira y se encierra en su habitación, Rodolfo se viste y se dirige a su casa Llega temprano para cenar con la familia, sentados en la mesa. Ana Paula sirve la comida como todos los días, Gabriel dice – Papá y mamá… ya que estamos juntos quería pedirles permiso para trabajar… ya terminé con mis materias de la carrera de Técnico superior en diseño gráfico, me gustaría poner en práctica todo lo que aprendí, trabajando y así puedo ayudar con el gasto Gaby con menosprecio comenta – Y quien va a contratar a un retrasado como tú, tan introvertido, que tiene miedo de la oscuridad, que no sale de las faldas de mamita y que todo el tiempo está enfermo… jajaja… soñar no cuesta nada --, Ana Paula con voz firme responde – No le hables así a tu hermano… debes aprender a respetar a los demás o yo te voy a corregir a la buena o a la mala…. Esto es culpa tuya Rodolfo, por malcriar tanto a esta niñita que critica a su hermano, pero no se da cuenta que, ya ha crecido, que está atada a los pantalones de papito – Rodolfo entre dos fuegos, no le conviene hacer molestar a Ana Paula que todavía se le notan los morados en la cara, no vaya a hacer que en un arrebatón lo denuncie, responde en voz baja – Tiene razón tu mamá no le hables así a tu hermano, deja eso de mi cuenta que para eso nosotros somos los padres --, Gaby molesta porque su padre no le dio la razón tira la servilleta y se retira de la mesa Ana Paula le dice a su hijo – Me parece bien que trabajes, eso te hará crecer más como persona, pero tienes algún lugar visto para trabajar --, el joven responde – No, pero voy a meter curriculum en todas partes, para ver que me sale --, Ana Paula recibe una llamada telefónica y se ausenta de la mesa. Mientras Rodolfo aprovecha para decirle a su hijo – Primero que nada, antes de ir a trabajar me vas a acompañar a un lugar, si quieres que te dé permiso --, el responde – A cuál lugar --, el padre responde – Después te digo, es que ahí viene tu madre – Minutos después, el joven terminó su comida y se retira a su habitación, Rodolfo le pregunta a su esposa, quien está muy pensativa –Ahora que te pasa, que no hablas --, ella responde – Me preocupa la salud de Gabriel, es cierto él siempre está cansado o enfermo y eso en un joven con casi 21 años es anormal completamente, debe tener otra cosa, puede estar sufriendo de algo, pero necesito dinero para hacerle un chequeo general, tengo que trabajar como sea – Rodolfo replica –Que va…, que va a tener nada ese manganzón, tú que lo has malcriado tanto que ya está medio mariachi, nunca lo ves con una hembra, después me críticas que yo malcrío a Gaby y tú eres peor, déjalo de mi cuenta, que lo voy a enseñar a ser un mero macho --, Ana Paula le responde molesta – Todo lo quieres arreglar con sexo y violencia, estas enfermo con el tema, deberías ir a un psicólogo, para que te trate, y no enfermes más a Gabriel de lo que ya está – Sin mediar más palabras se retira a su habitación y se acuesta a dormir, Rodolfo hace lo mismo, se acuesta a soñar con los momentos de sexo que tuvo con Ana Julia, -- ¡Que mujeron!, es insaciable, es la única mujer que he conocido que le gusta tanto el sexo como a mí, y que cosas las que hace… pero que divina esta… mejor me duermo porque panchito se está alborotando solo de pensar en eso – Al día siguiente, Ana Paula se levanta temprano a preparar el desayuno como todos los días, lo deja servido sobre el comedor y se va a la Facultad de Arquitectura con todos los documentos para gestionar su reingreso. Al llegar se encuentra con una Arquitecta amiga de ella, del tiempo que estudiaron juntas, Ana Paula le dice – tu eres ¿Angie Burgos? --, ella voltea y sorprendida responde – ¡Ana Paula! amiga, que gusto me da verte— Se abrazan con felicidad, Angie le pregunta – que paso contigo, que fue de tu vida, lo último que supe de ti, fue que estabas embarazada y después desapareciste--, Ana Paula le responde sonriendo – Son muchas preguntas juntas, que me gustaría contestarte con calma, pero en este momento quiero hablar con el decano para que me autorice a continuar con la carrera--, la amiga le responde – Que bien amiga, claro que si debes terminar la carrera… tranquila entras conmigo, él es un gran amigo mío, yo lo convenzo – Así lo hicieron, Angie después de tratar sus asuntos, le pidió que le diera la autorización a su amiga, para continuar con la carrera, exponiéndole una cantidad de razones muy elocuentes que convencieron al decano, firmando así, los documentos requeridos por Ana Paula para poder inscribirse en el nuevo semestre. Después se fueron al cafetín de la Facultad donde intercambiaron sus historias a lo largo de los últimos años Ana Paula llega contenta a la inmobiliaria de su hermana Ana Clarissa, para contarle que se ha logrado inscribir en el noveno semestre de Arquitectura, la hermana se alegra y la abraza diciéndole – Ya verás hermana que la vida te va a cambiar, de aquí en adelante todo será mejor para ti --, luego Ana Paula continua – Bueno, también te quería decir que, si acepto trabajar contigo aquí en la inmobiliaria, así sea barriendo y limpiando pisos – --Porque necesito dinero para hacerle un chequeo médico a mi hijo Gabriel, me tiene muy preocupada, porque siempre se siente cansado y enfermo a su edad --, la hermana responde –Como crees que te voy a poner a limpiar pisos, claro que ya buscaremos que te ganes algo, pero antes tenemos que ir de compras— Ana Paula ve a su hermana tomar la cartera y dejar algunas instrucciones a sus corredoras, porque se va ausentar, la toma de la mano y le dice –Vente… acompáñame--. Ambas se dirigen a buscar el carro al estacionamiento y de allí se van al centro comercial, para recorrer las boutiques, en la compra de ropa para Ana Paula, luego se dirigen a la peluquería de confianza de Ana Clarissa, donde le hacen un cambio radical de look y le aplican un tratamiento para la eliminación de los hematomas Ana Clarissa le dice a su hermana paradas al frente del espejo – Mírate tú misma, eres hermosa, todavía puedes competir en un desfile de belleza… eres muy linda… te acuerdas cuando decían… que eras la más bella de las Anas Mallorca… ahora ven conmigo --, De allí se dirigieron a una empresa de alta costura, de diseñadores muy famosos. Ana Clarissa dice a su amigo Aldo Michaelson, propietario del taller de alta costura, de origen francés, a quien Ana Clarissa le llama por cariño Franchute Dice Ana Clarisse --Mi querido Franchute, que feliz de verte… te presento a mi hermana Ana Paula de quien te había hablado con anterioridad --, él Franchute responde –¡Bienvenida!, Ana Clarisse se quedó corta, eres realmente una mujer muy bella, aquí estoy necesitando mujeres con tu estilo para mostrar a las clientas selectas nuestros diseños de temporada, mujeres serias y regias como tú, ganas un porcentaje de las ventas, no es mucho, pero ayuda— --Tranquila, por tu cara, lo estas dudando, pero cálmate, nadie te va a pedir que exhibas trajes de baño ni ropa interior ni nada de eso, lo que yo vendo son vestidos de gala y necesito mujeres con tu garbo para vestirlas y convenzas a las compradoras--, la hermana le dice –Algo es algo, ¿Le entras?--, Ana Paula piensa en la salud de su hijo, solo le tiene que dedicar dos horas diarias al desfile, son puras mujeres y es privado, no le ve nada de malo, por lo que acepta, y comenzará al siguiente día Solo las hermanas conocen este trabajo, ya que Ana Paula tiene miedo que su marido le quite lo ganado y no logre reunir para lo de médico de su hijo. En la tardecita llega a su casa, para preparar la cena, al verla entrar transformada su hijo Gabriel con una sonrisa muy grande la abraza con felicidad y le dice –Que hermosa madre que mi diosito me obsequió, si no fuera tu hijo me enamoraría de ti--, ella le responde contenta –que ocurrencias tienes —
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