Jelena salió del portal, encontrándose en la sala de la mansión de su suegro a las afueras de Moscú. Un gran cuadro adornaba una de las paredes de la sala, en donde aparecía Alec en sus primeros años de la veintena posando para una de sus tantas sesiones de fotos como bailarín, tan solo vestido con una licra corta del mismo color de su piel. La belleza de esa foto estaba precisamente en que dejaba ver el perfecto físico de Alec, con sus piernas y brazos extendidos perfectamente marcados por unos músculos bien tonificados. Jelena no evitó ojear el resto de fotos que decoraban la sala, más pequeñas pero no menos significativas para Alexei, en donde salía Alec en las diferentes etapas de su vida, incluso cuando prestó su servicio militar, posando con su elegante traje de gala, y varias fot