Termine de engullir mi último bocado de la ensalada frutal que había recibido como desayuno, mientras absorbía toda la información que me había soltado Madame. Mirna no aparecía por ningún lado y temía que le hubiesen hecho algo, unas chicas en conjunto de Astrid tomaron asiento en la misma mesa que me encontraba.
—Hemos oído que ya tienes objetivo—dijo Astrid con cierto deje de envidia.
—¿Eh, si?—pregunte confundida.
—¡Vaya suertuda! Recién llegas y ya te saltas el nivel 1—dijo otra chica, una pelinegra.
—Supongo que es suerte de principiante.—defendí divirtiendo para no sonar pesada.
—Seguro…—alargaron las tres.
—¿Y bien, quién es?—preguntó con intriga Astrid.—, ¿Es un señor mayor como el que le toco a Esmeralda?—dijo señalando a la pelinegra.
—¡Ni me lo recuerdes!—dijo la mencionada con un gesto de asco.
—Es un joven heredero.—me limite a contestar obviando detalles.
—¡Suertuda! Mi esposo será un vejestorio.—se quejó.—, A Vilma le tocó un cuarentón, ¿Verdad, Vil?—preguntó a la chica restante.
—¡Sí, podría ser mi padre!—divirtió.
—El mío podría ser mi abuelo, no se quejen—respondió esmeralda.
—¿Y cómo es el tuyo, Astrid?—pregunté con curiosidad.
—Aun no me lo asignan, sigo en el nivel 1.—respondió.
—¿Y qué es eso de los niveles?—pregunté.
—El nivel 1 es preparación, aprendemos de todo. El nivel 2 es asignación, aprendemos todo acerca de nuestro objetivo sin contar que debemos aprender materias referentes a ellos, por ejemplo a mí me toca aprender de autos porque mi objetivo tiene una concesionaria. Y por último el nivel 3, es seducción. Nos inmiscuimos en sus vidas de una manera casual y comienza nuestra misión.—Explicó Esmeralda.
—¡Vaya! Suena prometedor.—respondí—, Pero si me salte el nivel 1 quiere decir que no tengo la preparación necesaria.
—Seguramente tendrás intensivos—respondió Vilma, la pelinegra.
—Yo este mes me graduó al siguiente nivel, por fin sobre quien es mi objetivo.—dijo con ensoñación Astrid.
—Por ahí dicen que lo bueno se hace esperar, así que seguro te toca un bombón.—la anime y sonrió.
—¡Vaya, que cambio el de tu amiga!—comentó Vilma mientras señalaba con su barbilla a la puerta.
Me gire y me encontré con Mirna caminando hacia nosotras, traía el cabello ondulado y un maquillaje bien trabajado. Se veía fantástica, además de tener sus uñas arregladas. Al verme se acercó a la mesa tomando su comida.
—¿Quién eres y que hiciste con mi amiga de guerra?—pregunté divertida.
—¡Esto es otra onda, Lu!—respondió feliz tomando asiento.—, Me enseñaron como peinarme más acorde a mi tono de cabello y estilo, aprendí maquillaje y me arreglaron las uñas. Todo en un par de horas.
—¡Fantástico! Quedaste divina—le respondí—, Ellas son esmeralda y Vilma. A Astrid ya la conoces—presente.
—Un gusto chicas, ¿Y bien de que me perdí?—preguntó engullendo su primer bocado.
—¡Luana ya tiene objetivo!—respondió Astrid.
—¿Qué coño es eso?—respondió Mirna aturdida mirándome con asombro. Fue entonces cuando Esmeralda le explicó todo y además de eso le contó también de los niveles.—, ¡Me estas jodiendo, Lu! Esto me gusta cada vez más.
—Así dicen, no lo sé—respondí—, Igual ya acepté, así que es tarde para zafarme.
—¡Ni de chiste! Amiga tendrás todo lo que siempre te has merecido, la vida de una princesa.—animó.—, ¿Cuándo tendré mi objetivo?—preguntó.
—Cuando pases al nivel 2—respondió Vilma.—, Luana se saltó el nivel 1, Madame tuvo que haber visto algo en ella.
—¡Eso es fantástico!—respondió Mirna.
Entre risas, bromas y muchas preguntas terminamos de tomar el desayuno para irnos a nuestra primera clase, “Elegancia y diseño”. Al entrar al salón, tomamos asiento y una chica bastante elegante y refinada entró, acalló a todas y comenzó con la clase. Básicamente nos enseñaba a combinar ropa, a cómo vestirnos adecuadamente para cada ocasión y la temática. Colores, diseños y no mezclar estampados o colores fríos con cálidos. Me gustó muchísimo dicha clase y ni hablar de la paciencia que nos tuvo la profesora, fue divertido.
Para terminar la clase nos tocaría escoger entre varias prendas y armar un outfit, todas estábamos nerviosas. La profesora se había mostrado bastante exigente y muy ortodoxa, el turno de todas llegó, cada una desfilaba hasta llegar al escritorio de la docente. Me había decidido por un vestido n***o ceñido al cuerpo, lo acompañe con una camisa abierta y zapatillas deportivas, el estilo era casual por lo que lo acompañe con gafas de sol. Mi turno llego y camine hasta la profesora, ella me miro de arriba abajo.
—¿Cuál es la ocasión?—preguntó.
—Una salida casual, podría ser al supermercado o a un parque a pasear a la mascota—respondí segura.
—Perfecto, siguiente—respondió y sonreí.
La clase terminó y me sentía muy feliz de haberla aprobado, seguía la siguiente clase, “Etiqueta y protocolo” según decían las chicas trataba de cómo comportarse, caminar, comer, etc. Sonaba interesante, aunque de eso sabia un poco más, ya que siempre acompañaba a mis padres a sus juntas. Sin embargo me gustaba todo lo que estaba aprendiendo, era mi primer día y sentía que estaba avanzando como muchas no lo hacían. Me sentía mucho más tranquila ahora que sabía las verdaderas intenciones de Madame Blue, realmente era muy astuta, sacar provecho de chicas no tan afortunadas y brindarles un futuro, además de una vida soñada era un muy buen negocio. No imaginaba cuán grande era la fortuna de Madame, pero si sabía que era difícil de calcular por tantos números. Estaba yendo al siguiente salón cuando Luis, el mayordomo me pidió que lo siguiera.
—¿A dónde me lleva? Debo ir a mi siguiente clase—pregunte avisando.
—Así es, su clase nivel 2.—respondió y asentí quedamente.
Al llegar a la oficina de Madame, toque la puerta antes de entrar y lo hice cuando escuche el “adelante”. Estaba tecleando muy rápido en su ordenador por lo que tome asiento delante suyo.
—Querida, en el nivel 2 debes tomar clases de materias relacionadas a tu objetivo. En tú caso aprenderás de hotelería, finanza hotelera y administración de empresas.—anunció mirándome por debajo de sus lentes.—, Tenemos que trabajar en tú perfil, no puedes presentarte solo como una huérfana de la calle. Debemos crear un perfil tuyo muy creíble.
—¿Y cómo será eso?—pregunté.
—Serás Yessica Mitchel , tus padres murieron en un accidente de avión hace dos años. Eres estudiante de administración de empresas, pero te gusta el turismo y por eso sabes de hotelería. Vives sola en un departamento en Londres, trabajas medio tiempo en una firma de abogados llevando su contabilidad.—explicó y mi cerebro intentaba procesar toda la información.
—¿Y por qué debo crearme un perfil falso? ¿Qué sucede si descubre que es mentira?—pregunte con temor.
—Querida, debes tener un perfil de una chica que llame su atención. Por eso no te preocupes que yo me encargare que jamás lo descubra—respondió—, Ah una cosa más, debes aprender de modelaje, porque lo conocerás “por casualidad” en una sesión fotográfica para publicidad de sus hoteles. —contó y resalto la palabra “casualidad” ya que obviamente todo estaba fríamente calculado.